La cápsula fue encontrada por un equipo de científicos en una zona desértica del sur australiano, donde cayó el sábado tras despegarse de la sonda japonesa Hayabusa2. Con el contenido que pudo recolectar del asteroide Ryugu se espera conocer detalles sobre el origen del sistema solar e incluso el origen de la vida.
La cápsula de una sonda japonesa que comenzó su misión hace seis años para recoger muestras de un remoto asteroide aterrizó este domingo en el sur de Australia, confirmó la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
Poco después de llegar a la Tierra, JAXA dio cuenta de que la cápsula fue hallada por un helicóptero que se desplazó hacia la zona desde donde recibió la señal de la radiobaliza.
"¡Hemos encontrado la cápsula!", escribieron en la cuenta de Twitter de JAXA, luego de que se confirmara que el helicóptero que despegó desde la localidad australiana de Woomera encontró el artefacto.
La cápsula se desprendió el sábado de la sonda Hayabusa2, tras entrar en la atmósfera y cayó en Australia asistida por un paracaídas que se abrió a unos 10 kilómetros de altura sobre la zona de aterrizaje, en una región desértica del sur australiano.
"¡Hermoso! Estamos impresionados por la entrada en la atmósfera", dijo en declaraciones a la cadena pública nipona NHK el director del proyecto de JAXA, Yuichi Tsuda.
Dentro de la cápsula hay muestras del asteroide Ryugu, tomadas el año pasado con la intención de investigar el origen del Sistema Solar. Hayabusa2, por su parte, continúa su trayecto hacia otro asteroide, con el nombre de 1998KY26.
La sonda, con un peso de unos 600 kilogramos, fue lanzada el 3 de diciembre de 2014. Después de seis años, llegó a acercarse a 7 000 kilómetros de la Tierra en el punto más próximo de su regreso, mientras la cápsula entraba a la atmósfera del Planeta.
Hayabusa2 estuvo en las proximidades de Ryugu durante año y medio y llegó a aterrizar en su superficie el 22 de febrero de 2019, por primera vez, y volvió a hacerlo el 11 de julio de 2019.
Los científicos de JAXA esperan que esas muestras permitan conocer detalles sobre el origen del Sistema Solar y, más allá, sobre el origen de la vida.
Aunque a Ryugu se le calcula una existencia de 4 600 millones de años, se cree que ha tenido cambios mínimos desde la formación del Sistema Solar, por lo que puede dar pistas sobre los meteoritos que pueden haber impactado en la Tierra en tiempos pasados.
Ryugu -nombre de un palacio mágico submarino del folclore nipón- tiene unos 900 metros de diámetro y una forma ligeramente cúbica y, como otros planetas menores, está considerado entre los cuerpos más antiguos del Sistema Solar.
Según los científicos, en la formación de la Tierra, el planeta estuvo demasiado próximo al Sol para que el agua pudiera condensarse, pero una vez se enfrió tanto agua como materiales orgánicos fueron traídos al Planeta por asteroides como Ryugu.
EFE
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