Tras décadas de progresos en el control de la proliferación de las armas nucleares, la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado renovadas tensiones nucleares entre Rusia y Estados Unidos.
Tras décadas de progresos en el control de la proliferación de las armas nucleares, la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado renovadas tensiones nucleares entre Rusia y Estados Unidos.
El presidente ruso Vladimir Putin dijo en su discurso anual sobre el estado de la nación el 21 de febrero de 2023 que Rusia está “suspendiendo” su participación en el último acuerdo sobre armas nucleares vigente entre Estados Unidos y Rusia, conocido como Nuevo START.
“Nuestras relaciones se han degradado, y eso es culpa, total y absolutamente, de Estados Unidos”, dijo Putin, que no llegó a retirar totalmente a Rusia del acuerdo que pretende limitar la expansión de las armas nucleares.
En el mismo discurso, Putin amenazó con reanudar las pruebas nucleares si EE.UU. hace lo mismo, afirmando que EE.UU. está considerando reanudar las suyas. Estados Unidos ha reafirmado en repetidas ocasiones que puede modernizar y certificar la fiabilidad de sus armas nucleares sin recurrir a más pruebas.
El Departamento de Estado estadounidense condenó rápidamente el anuncio de Putin, y el secretario general de la OTAN, Jens Stolenberg, declaró que la suspensión del acuerdo por parte Rusia convierte al mundo en un lugar más peligroso.
El anuncio de Putin debilita enormemente el último acuerdo de control de armas que queda, pero no lo rescinde inmediatamente. Al “suspender” en lugar de retirarse del tratado, Putin conserva la posibilidad de reactivar el acuerdo, sin tener que renegociarlo ni hacer que el Congreso estadounidense lo ratifique una vez más.
El Nuevo START es el único acuerdo que queda entre Estados Unidos y Rusia para limitar el desarrollo de armas nucleares y sus instalaciones de apoyo. Permite a ambos países inspeccionar periódicamente, y con una antelación limitada, sus respectivos arsenales de armas nucleares.
He trabajado e investigado sobre la no proliferación nuclear durante dos décadas.
Convencer a los países para que reduzcan sus arsenales de armas nucleares o renuncien a la consecución de esta arma definitiva siempre ha sido extremadamente difícil.
Historia de la no proliferación
La Unión Soviética, EE.UU., el Reino Unido, Francia, Israel y China tenían programas activos de armas nucleares en la década de 1960.
Los países reconocieron el riesgo de una futura guerra nuclear.
Sesenta y dos países acordaron inicialmente lo que se ha denominado el “Gran Acuerdo” en 1967, un elemento esencial del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Ciento noventa y un países firmaron finalmente este tratado.
El acuerdo impedía la proliferación de armas nucleares en países que aún no las tuvieran en 1967. Los países con armas nucleares, como Estados Unidos y el Reino Unido, acordaron poner fin a su carrera armamentística y trabajar para lograr el desarme, es decir, la destrucción de todas las armas nucleares.
Este acuerdo histórico sentó las bases para los acuerdos entre Estados Unidos y la Unión Soviética para reducir aún más sus armas nucleares y sus instalaciones de apoyo. También impidió que otros países desarrollaran y probaran armas nucleares hasta el final de la Guerra Fría.
Israel, India y Pakistán nunca se adhirieron al acuerdo por motivos de seguridad nacional. Todos ellos poseen ahora armas nucleares. Corea del Norte se retiró del acuerdo y desarrolló armas nucleares.
Algunos éxitos
Desde la Guerra Fría, ha habido grandes logros para evitar que los países adquieran armas nucleares y en reducir drásticamente los arsenales.
El arsenal nuclear mundial se ha reducido en un 82 % desde 1986, desde un máximo de 70 300. Casi todas las reducciones han afectado a EE.UU. y Rusia, que poseían los mayores arsenales en aquel momento.
A nivel mundial existen actualmente unas 12 700 armas nucleares, de las que cerca del 90 % están en manos de Rusia y EE.UU., es decir, entre 5 000 y 6 000 armas cada uno.
Otros países poseen armas nucleares, la mayoría unos pocos cientos de armas cada uno, entre ellos el Reino Unido, Francia y China, aunque China ha estado aumentando su arsenal nuclear. Potencias nucleares más recientes como India, Pakistán e Israel tienen alrededor de 100 cada una, mientras que Corea del Norte cuenta con unas 20.
Desde finales de la década de 1960, los países han suscrito más de una docena de acuerdos o tratados jurídicamente vinculantes que limitan la adquisición de armas nucleares por parte de nuevos países y prohíben las pruebas, entre otras medidas.
Pero no han reducido el número de armas nucleares con misiles de corto alcance.
Ningún acuerdo cubre estas armas, que también podrían causar destrucción generalizada y muertes.
Disminuye la cooperación entre EE.UU. y Rusia
El compromiso entre Estados Unidos y Rusia en materia de armas nucleares cambió cuando Rusia se anexionó Crimea por la fuerza en 2014.
Rusia desplegó misiles terrestres en Kaliningrado, un enclave de Rusia en medio de Europa del Este, en 2014.
Estados Unidos y la OTAN acusaron entonces a Rusia de violar un acuerdo nuclear de 1987 sobre misiles terrestres de corto y medio alcance. Desde Rusia, estos podían recorrer de 500 a 5 500 kilómetros, alcanzando objetivos tan lejanos como Londres.
Estados Unidos también puso fin a este acuerdo en 2019 debido a las supuestas violaciones rusas. Ahora no hay acuerdos nucleares internacionales en Europa.
El acuerdo Nuevo START, firmado por Rusia y Estados Unidos, sigue siendo el único acuerdo principal sobre armas nucleares estratégicas vigente.
Debía continuar al menos hasta 2026.
Los EE.UU. y Rusia detuvieron todas las inspecciones de los emplazamientos y operaciones con armas nucleares de la otra parte en 2020 debido a la pandemia covid-19. Sin embargo, se siguieron intercambiando cientos de notificaciones, lo que redujo la probabilidad de errores de cálculo y malentendidos.
En noviembre de 2022, Rusia canceló las conversaciones para reanudar las inspecciones. Estados Unidos considera que se trata de violaciones del acuerdo, pero no de una violación material absoluta del tratado.
Impacto de la guerra de Ucrania
En repetidas ocasiones Putin ha despertado inquietud porque los reveses sufridos por Rusia durante su guerra de casi un año con Ucrania –así como la implicación de Occidente en el conflicto– puedan dar lugar a que Rusia lance un ataque nuclear contra Ucrania u otro país de Occidente.
Una sola arma nuclear hoy en una gran ciudad podría matar inmediatamente entre 52 000 y varios millones de personas, dependiendo del tamaño del arma.
El régimen de control de armas de Estados Unidos y Rusia tuvo éxito en la Guerra Fría porque incluía importantes mecanismos de verificación: inspecciones directas del arsenal nuclear de cada parte con menos de 24 horas de antelación.
Rusia y Estados Unidos han realizado 306 inspecciones desde la entrada en vigor del Nuevo START en 2011. Sin el Nuevo START, terminarán todas las inspecciones de bases nucleares e instalaciones de apoyo.
Durante las conversaciones nucleares de 1987, el presidente Ronald Reagan tradujo una máxima rusa: “confía, pero verifica”, la base del régimen de control de armas nucleares.
Nina Srinivasan Rathbun, Professor of International Relations, USC Dornsife College of Letters, Arts and Sciences
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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