Esta investigación ha sido realizada por científicos de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos.
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera) Hoy en día, la gran mayoría de los casos de cáncer de mama son detectados en etapas avanzadas, cuando hay metástasis, lo que reduce la esperanza de vida y la efectividad de los tratamientos. La metástasis sucede cuando unas pocas células del tumor son capaces de sobrevivir al tratamiento y, tiempo después, generan un nuevo cáncer. Para frenar este proceso habría que atacar a las responsables, las células madre del cáncer, y parece que por fin la ciencia logra caminar en esta línea.
Los primeros alcances. Un nuevo estudio publicado en Nature Cell Biology desvela el mecanismo que permite a las células madre del cáncer de mama escapar al sistema inmune y generar tumores en otros órganos, es decir, generar la metástasis. Según la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Princeton (EE.UU.), las células madre cancerosas utilizan programas genéticos propios de las células madre normales para adquirir propiedades extra, lo que les confiere la capacidad de adaptación para ser más agresivas, iniciar el crecimiento tumoral, la metástasis y la resistencia a la quimioterapia.
Los especialistas indican que, tanto las células madre de la mama como las cancerosas, producen una molécula de ARN que bloquea la producción de una proteína llamada LCOR, la cual es fundamental para que las células madres no sean eliminadas por los interferones (células del sistema inmune).
El proceso. Para los experimentos, los científicos desarrollaron, en ratones avatar, tumores extraídos de pacientes y demostraron que este ARN aumenta la capacidad de las células madre para formar tumores y cómo esta se puede frenar aumentando los niveles de la proteína LCOR. Este hallazgo, aseguran, representa un gran avance en la técnica de inmunoterapia y puede ayudar a desarrollar terapias combinadas con interferones y pequeñas moléculas de ARN para eliminar las células responsables de la metástasis.
La metástasis también tiene relación con la grasa corporal. Un incremento de esta puede pavimentar el camino del cáncer hacia otras partes del cuerpo, de acuerdo con un estudio publicado en Nature el pasado diciembre. Estos caminos, llamados vasos linfáticos, son un tipo especial de vasos sanguíneos a través de los cuales las células cancerosas pueden viajar y afectar más regiones del organismo. Este descubrimiento también abre el camino hacia el desarrollo de terapias para limitar dicho crecimiento y con ello evitar la propagación del cáncer.
Comparte esta noticia