Un estudio de la Universidad de Finlandia Oriental observó la actividad cerebral de un grupo de adolescentes bebedores.
(Agencia N+1 / Hans Huerto) El consumo prolongado de alcohol en la adolescencia altera la excitabilidad cortical (la medida de la respuesta de la corteza cerebral a determinados estímulos) y la conectividad funcional (relación de la actividad neuronal en diferentes partes del cerebro), según un nuevo estudio de la Universidad de Finlandia Oriental y el Hospital Universitario de Kuopio.
Según el documento de la investigación, publicado por Addiction Biology, las alteraciones fueron observadas en un grupo de 27 adolescentes bebedores, de entre 13 y 18 años y físicamente y mentalmente sanos al inicio del estudio. Sus resultados fueron comparados con los de 25 adolescentes que consumieron escasamente alcohol o no bebieron nunca.
La actividad cerebral de los participantes fue analizada mediante estimulación magnética transcraneal (TMS) entre sus 23 y 28 años, a lo que se sumó un registro simultáneo de la misma a través de electroencefalograma (EEG). La TMS consiste en emitir pulsos magnéticos, corriente de baja frecuencia, para activar neuronas corticales y registrar las conectividades funcionales entre las diferentes regiones del cerebro.
Resultados. La respuesta fue más intensa entre los bebedores, quienes mostraron una mayor actividad eléctrica general en la corteza y asociada con el ácido gamma-aminobutírico (GABA), el principal neurotransmisor, inhibidor en el sistema nervioso central. La función del GABA está asociada a la reducción de la excitabilidad neuronal en todo el sistema nervioso. Desempeña un papel crítico en el manejo de la ansiedad, la depresión y la patogénesis de varios trastornos neurológicos.
El estudio encontró que el uso de alcohol causó alteraciones significativas en la neurotransmisión eléctrica y química entre los participantes del estudio, aunque ninguno cumplió con los criterios exigidos para que el cuadro califique como un trastorno por abuso de sustancias. Un estudio anterior de la Universidad de Finlandia Oriental, observó adelgazamiento cortical en jóvenes que bebieron durante toda su adolescencia. Pese a que sus cerebros aún no estaban completamente formados, el consumo de alcohol podía afectar a largo plazo a los jóvenes.
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