Este ambicioso proyecto incluye la construcción de túneles y tiene un costo estimado de 3 400 millones de dólares, aunque se proyecta que las obras pueden durar hasta el año 2120.
La carrera de la ciencia no apunta solo hacia fuera de la Tierra. También hacia adentro. “Onkalo”, el megaproyecto finlandés de “depósitos permanentes” para la colocación de desechos atómicos, ha dado sus primeros pasos importantes para solucionar el problema de administrar los residuos usados en las centrales nucleares, responsables del 30% de la energía que consume el país nórdico.
De acuerdo con estimaciones de la Autoridad de Seguridad Radiológica y Nuclear de Finlandia, el costo total de la obra será de 3 400 millones de dólares y comenzará a operar en 2023, con financiamiento a través de impuestos cobrados a las empresas eléctricas. Sin embargo, el objetivo el culminar las obras en un siglo, concretamente en 2120.
Manejando desechos nucleares desde 1983
Para Finlandia, esta situación es clave para la seguridad en temas energéticos. Desde 1983, el programa de desechos atómicos habilitó dos depósitos temporales, los mismos que son usados hasta hoy.
En 1995, el gobierno decidió crear Posiva Oy, la empresa encargada de la administración de estos desechos y que, en 2004, comenzó a diseñar una red permanente de túneles. Este proyecto comenzó su proceso de excavación en mayo de este año.
Parte de las disposiciones legales de Finlandia establecen que los desechos atómicos son responsabilidad de las empresas eléctricas y que, de acuerdo con el marco regulatorio impuesto, deben procesar una solución dentro del territorio nacional.
Una “montaña rusa” bajo tierra
El proyecto, que comprende varias capas y etapas para evitar que los desechos puedan impactar en el terreno, incluye la colocación de estos residuos en un recipiente de acero que, as u vez, será colocado en una cápsula de cobre para evitar filtraciones.
Los primeros cinco túneles del proyecto serán excavados durante los próximos 18 meses. Toda la estructura demanda un total de 100 túneles de 4,5m de altura, 3,5m de ancho y una longitud de hasta 350m. Son 35 kilómetros en total los que comprende la estructura subterránea.
Para reforzar la seguridad ante cualquier problema, los túneles contarán con otras protecciones: capas de arcilla hinchable y el aprovechamiento del lecho rocoso.
Los ductos serán trabajados cerca de la central nuclear de Olkiluoto, en la costa oeste de Finlandia, y que cuenta con un suelo formado por rocas ígneas que, por su naturaleza, hacen más difícil las filtraciones de material radioactivo.
100 mil años de preservación
Luego de la construcción del sistema de túneles, Posiva Oy estima que estos depósitos podrán mantenerse activos durante un siglo. Luego de este lapso, se realizará un encapsulamiento final y se sellará el acceso al túnel.
Sin embargo, especialistas señalan que la cobertura de cobre no soportará el pronóstico de 100 mil años determinado por Posiva Oy, y que en menos tiempo un problema eco ambiental se presentará inevitablemente.
Por lo pronto, el tema tiene un plazo tan amplio que será imposible saber el impacto a futuro realmente.
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