Dolor intenso en la zona baja de la espalda: ¿cómo saber si sufrimos de lumbalgia?

¿Sueles estar sentado gran cantidad de horas frente a la computadora sin realizar pausas? ¿Has identificado que tu dolor de espalda se concentra en la zona inferior y se presenta cuando pasas demasiado tiempo sentado, o de pie? Puede que si manifiestas estos síntomas de manera crónica sufras de lo que se conoce como lumbalgia.

La lumbalgia se caracteriza por un dolor intenso en la zona lumbar (parte baja de la espalda) y puede irradiarse en algunos casos a las extremidades inferiores. Quienes padecen de este mal tienen limitaciones para realizar algunos movimientos a causa del dolor, que no cede con los cambios de posición, así lo explica el licenciado Marcos Calderón, vocero de EsSalud.

De acuerdo con el traumatólogo de la Clínica Ricardo Palma, Antero Caballero, la lumbalgia es una patología muy frecuente.

“La causa más frecuente es del tipo muscular (85%) que usualmente se resuelve de manera conservadora; el otro 15% es de causa estructural en la misma columna y efectivamente puede haber una lesión en las vértebras, discos intervertebrales, ligamentos, raíces nerviosas o médula. Una lumbalgia puede afectar a cualquier persona, es como la gripe del sistema osteomuscular”, explica.

Pero, ¿qué origina el dolor? Puede deberse a muchos factores, algunos más frecuentes que otros: en algunas ocasiones puede deberse a una caída o si cargamos un objeto pesado, sin embargo, usualmente se debe a las malas posturas por tiempos prolongados, como estar sentados incorrectamente o de pie sin una postura correcta.

“La causa más frecuente de la lumbalgia es muscular. Hay una contracción involuntaria asimétrica y mantenida de los músculos paraespinales, que es la que produce dolor. En ocasiones, este puede ser de gran intensidad y limitar nuestras actividades diarias”, señala Antero Caballero.

¿POR QUÉ LOS DOLORES LUMBARES SE HAN INCREMENTADO DURANTE EL TELETRABAJO?

La improvisación de oficinas en casas debido a los confinamientos por la COVID-19 ha tenido como consecuencia que muchas personas trabajen en posturas inadecuadas, algo que produce que la columna vertebral “trabaje” de más.

“Para dar un ejemplo: cuando uno está sentado en posición recta y se inclina hacia adelante unos 20 grados, incrementa en un 30% la carga de trabajo en la columna. Además, sentarse sin un apoyo o sin apoyarse en el respaldar va a cargar de trabajo excesivo la espalda. Por otro lado, un monitor demasiado bajo o alto va a impactar en la zona de la nuca y una mesa demasiada alta provoca que tensemos los hombros excesivamente y producir dolor a nivel de nuca y parte de la espalda”, explica Marcos Calderón.

Por otro lado, de acuerdo con la especialista en terapia física y rehabilitación del Instituto Carrión, Lizbeth del Pilar Ramírez, los dolores en la zona del lumbago pueden incrementarse durante el teletrabajo si no nos tomamos el tiempo para darnos pausas activas durante la jornada laboral.

Se debe procurar tomar pausas activas cada una o dos horas, en las que podamos pararnos y realizar estiramientos que alivien la tensión en la zona lumbar. Estos estiramientos deben ser guiados en primera instancia por un especialista en terapia física o un traumatólogo.

Cabe mencionar que este dolor puede ser continuo o intermitente, pero siempre por encima de los 30 días de evolución. “Lo peor para nuestra espalda son las posturas mantenidas y prolongadas en el tiempo. Estamos diseñados para el movimiento, por eso no nos llevamos bien con lo repetitivo, por la sobrecarga y el desgaste que conlleva”, explica Calderón.

Como se ha mencionado, las malas posturas son enemigas de la columna vertebral, por lo que es aconsejable poseer un asiento cómodo, con respaldar ortopédico, que conserve la lordosis fisiológica de la persona. Esto sumado a una pantalla de computador que se encuentre a una altura adecuada, sugiere el especialista Antero Caballero.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Ya que el teletrabajo suele extenderse por muchas horas, lo ideal es contar con una silla firme, con un respaldar que dé soporte a la columna. Marcos Calderón sugiere agregar un pequeño cojín para dar apoyo a la zona lumbar.

Los pies deben estar apoyados en el suelo, y el escritorio debe llegar a la altura de los codos, permitiendo así apoyar los antebrazos en el mismo sin tener que flexionarlos. El monitor, además, debe encontrarse en una altura que permita visualizar la pantalla sin forzar el cuello (exactamente al borde superior a la altura de los ojos),  sugiere el vocero de EsSalud. 

Por otro lado, Lizbeth del Pilar Ramírez sugiere no automedicarnos con pastillas y antiinflamatorios. “Lo ideal es ir a un especialista si tenemos dolores frecuentes en la zona lumbar. En este caso sería el traumatólogo para que nos haga una evaluación”, indica. 

“Toda pastilla o ampolla tiene sus efectos adversos cuando no se los usa de la forma adecuada. Las úlceras gastroduodenales, hemorragias digestivas, toxicidad renal, toxicidad hepática. Además, la automedicación puede enmascarar patologías de origen más graves como: fracturas, hernias de disco, sinovitis facetaria, estenosis de canal lumbar, infecciones vertebrales; las cuales tienen que ser manejadas por el especialista en columna”, explica el médico Antero Caballero y agrega que la mayoría de las lumbalgias pueden resolverse en menos de tres semanas.

Sin embargo, cuando el dolor es intenso y se vuelve crónico, puede ocurrir un signo de alarma: la irradiación del dolor a los miembros inferiores, el adormecimiento de piernas, debilidad muscular en las mismas, pérdida de peso o un trauma de gran energía.

 En este caso, es indispensable acudir a un traumatólogo para que este determine cuál será el tratamiento a seguir, que puede incluir sesiones de terapia de rehabilitación, que alivien paulatinamente el dolor de la zona baja de la espalda.

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