One Piece es una absoluta sensación en su natal Japón y los fans hasta organizan bodas temáticas con las aventuras de Luffy y su tripulación.
Enamorado de "One Piece", Shohei Sato quiso que su matrimonio se llevara a cabo enteramente con la temática del famoso manga japonés que, desde hace 25 años, seduce a hordas de fanáticos como él con sus numerosas adaptaciones, entre ellas una nueva película y próximamente una serie en Netflix.
Desde su infancia, Sato, de 29 años, estima haber gastado "mucho más de 10 millones de yenes (unos US$68.000), si no 20 millones", en productos derivados de este manga con las aventuras del pirata Luffy, que recorre Japón con su sombrero de paja, y a participar en reuniones alrededor del tema "One Piece".
Por lo tanto, sus amigos y colegas no se sorprendieron al descubrir la torta con la forma del barco pirata durante su boda en julio, ni al verlo posando con su esposa Junna frente a un cartel gigante de Luffy y su tripulación.
"Siempre viví con One Piece y quería que mi matrimonio le rindiera homenaje", explica Sato a la AFP en su casa en Tokio, donde reinan los peluches de Chopper, un personaje mitad reno mitad humano, al lado de estanterías repletas con este manga del que se han vendido más de 500 millones de ejemplares en todo el mundo.
"One Piece Film: Red", la decimoquinta película de animación adaptada de la serie -en salas desde este verano-, fue el estreno que atrajo más espectadores este año en Japón. Shohei Sato la vio 21 veces.
Verdadero éxito mundial, el largometraje atrajo a multitudes de fanáticos disfrazados en Nueva York.
Los incondicionales a menudo explican que su amor por "One Piece" se debe a sus diálogos y a sus personajes entrañables, hasta el punto de que el autor Eiichiro Oda derramaría lágrimas al dibujarlos.
La obra es tan abundante que su editor Shueisha organiza cada año un concurso sobre su universo, donde decenas de miles de seguidores se enfrentan para convertirse en el "rey de los conocimientos". Un año, Shohei Sato se clasificó décimo.
Impacta a todas las generaciones
"One Piece" se publica en el semanario Shonen Jump, dirigido sobre todo a un público de varones adolescentes, pero su humor, su panoplia de coloridos protagonistas y sus escenas de acción atraen a un público mucho más amplio.
"Impacta a todas las generaciones", afirma Natsumi Takezawa, una japonesa de 34 años a la que le gusta relajarse con el manga después de recoger a su hija de 5 años en la guardería, prepararle la cena y darle un baño.
Este manga "me da la energía para realizar las tareas domésticas", comenta.
Takezawa explica que pensar en la escena en la que el héroe Luffy logra superar la muerte de su hermano gracias a sus amigos también la ayudó cuando perdió a una amiga cercana este año.
"¿Qué experiencia se necesita para dibujar una escena tan poderosa?", se pregunta.
El último episodio, que se supone debería poner fin a esta saga -que su autor afirmó en 2019 querer concluir "dentro de los cinco años"-, se publicó en julio.
Pero para Shohei Sato, podría prolongarse aún "siete u ocho años" más.
"One Piece es parte de mi vida ahora y quiero leerlo hasta el final. Me niego a morir antes", resume.
AFP
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