Con Halloween próximo a celebrarse, RPP Noticias conversó con especialistas sobre el reinado de Stephen King en el cine y la literatura de terror.
Casi tan popular como una estrella de rock, durante las últimas cuatro décadas ningún otro escritor ha dominado con tanto éxito comercial el panorama literario como Stephen King. Ni siquiera George R.R. Martin, otro peso pesado de las superventas, ha tenido 30 libros suyos en el top de los más vendidos como el autor de “It” y “Apocalipsis”. Su rostro de lobo veterano, adornado con esas gafas que le confieren un aspecto de profesor de campus universitario, es fácilmente reconocible por propios y ajenos que han visto sus retratos en las tapas de sus libros, en la prensa o, tal vez de refilón, en algunos cameos en cintas de horror.
Nacido en Maine (Portland, EE.UU.), un 21 de septiembre de 1947, Stephen Edwin King pergeñó sus primeras ficciones a temprana edad, imbuido por sus lecturas de cómics y ciencia ficción. Creció en un hogar de padres separados, bajo una crianza itinerante, capitaneada por su madre, que encontró un punto fijo en el condado de Durham, de su ciudad natal, donde se establecieron cuando el futuro escritor tenía 11 años. Se dice que su primer relato lo escribió a sus siete años, aunque oficialmente el primero en salir a la luz fue “The Glass Floor”, en 1967, que le abriría las puertas para publicar ficción en revistas para hombres.
Recién en 1974, sin embargo, se convirtió en el best-seller imbatible que hoy todos conocemos gracias a “Carrie”, su debut en la novela. En apenas un año, su historia de una muchacha con poderes telequinéticos había vendido más de 1 millón de copias, y desde entonces hasta la fecha, el maestro del horror ha publicado con una verdadera vocación de grafómano lo que se le venga en gana: cuentos, novelas y ensayos. “Él dice que una novela no puede demorar más de tres meses en ser escrita. Escribe diez páginas diarias que corrige por la tarde y de ahí se va a caminar al bosque o por donde vive”, recordó el escritor Erick Benites para RPP Noticias.
Quizás tan desenfrenado como su ritmo de publicaciones lo sea el de las adaptaciones cinematográficas que se han hecho sobre su obra. El flechazo entre Stephen King y el cine empezó dos años después del lanzamiento de “Carrie”, cuando Redbank Films compró los derechos de su novela para llevarla a la gran pantalla bajo la dirección del cineasta Brian de Palma. De ahí a la actualidad, su relación con el séptimo arte ha producido, solo en películas, más de 40 títulos, que han conseguido elevar su figura a una suerte de icono pop, capaz de inspirar canciones o tener apariciones en shows famosos como Los Simpson.
El horror “kingniano” en el cine
El horror, escribió una vez Stephen King, “es una experiencia íntima”, alejada del espectáculo, que puede ser “una actriz desconocida, tal vez la vecina, acurrucada en una cabaña con un cuchillo en la mano que sabemos que nunca podrá usar”. Del corazón de lo cotidiano, el escritor toma el pulso a nuestros miedos para instalarlos en una galería de personajes que pueblan buena parte de sus más de 70 libros. “No es necesariamente la aparición frontal de un fantasma o un monstruo [lo que impacta], aunque puede aparecer de manera progresiva”, apuntó el crítico José Carlos Cabrejo a RPP Noticias.
Para el docente de la Universidad de Lima, lo monstruoso del horror “kingniano” es posible rastrearse en algunos guiones que el autor ha escrito para cine, como “Creepshow”, la película episódica que George Romero dirigió en 1982 y donde el mismo King actúa. “Lo inquietante está entre lo cotidiano y los mundos ocultos. Esto puede verse en las adaptaciones de ‘It’, la televisiva y la versión de Andrés Muschietti, donde el payaso Pennywise emerge de una alcantarilla mientras un niño persigue un globo. Hay algo oculto en esa sociedad norteamericana que, más allá de esa imagen risueña y colorida, empieza a aparecer y contaminar la normalidad”, señaló.
Así, la irrupción de lo sobrenatural en la obra de quien a veces firma bajo el seudónimo de Richard Bachman puede ocurrir en medio de la tranquilidad de un suburbio, una escuela pública, un cementerio o un hotel. En sus páginas, según Benites, esto opera “de una forma muy sutil”. “Por ejemplo, en ‘La historia de Lisey’, un libro casi autobiográfico, King habla de su hipotética muerte y hay un pasaje en el que describe al hermano [del protagonista] como hombre lobo, y lo hace tan natural que podría pasar por cualquiera”, reflexionó el autor de “El futuro es una máquina que nunca se apaga”.
Son esas sutilezas las que se trasladan a las adaptaciones, aunque con matices, algunos más polémicos que otros. En la versión de “El Resplandor” (1980), filmada por Stanley Kubrick, el protagonista de la historia —el escritor Jack Torrance, interpretado por un soberbio Jack Nicholson— desciende a los infiernos del delirio en medio de encuentros cercanos con los fantasmas de un hotel abandonado. “Kubrick le da un final más psicológico. Resuelve mejor el final que Stephen King y la película sale ganando por mucho”, opinó Benites. De esta película, sin embargo, el autor diría en su momento: “Bonita, pero como un gran coche sin motor”.
¿Por qué Hollywood encuentra tan atractivos los libros de Stephen King? “Creo que los personajes están bien construidos”, consideró Erick Benites. “Como escritor, a King le reprocharía que a veces es redundante en detallar los escenarios, las situaciones, ofrece demasiada información al lector, pero eso favorece a un guion, porque está todo masticado. Sus historias siempre se van a vender, es un autor comercial y no hay nada más que redondear en el asunto. Entretenimiento es lo que uno quiere de Stephen King y no hay que esperar mucho más”, ensayó.
Stephen King desembarca en el 'streaming'
Para ser un autor que, además del horror, transita por otros géneros como el misterio, la ciencia ficción y la literatura fantástica, no es extraño que sus argumentos hayan sido campo fértil para los estudios de Hollywood —que a lo largo de décadas han dejado títulos de gran calidad como “Children of the Corn”, “The Dead Zone”, “Pet Sematary”, entre otros—, y últimamente también para las plataformas de ‘streaming’, ávidas por equiparar sus producciones con las de la meca del cine.
Conocido por escribir novelas voluminosas, las historias de Stephen King no siempre “tienen [en el cine] el tiempo para desarrollarse como el propio autor hubiera querido”, sostuvo Benites. Sin embargo, nuevos aires enrumban sus adaptaciones a las nuevas generaciones cuando servicios como Netflix o Amazon Prime Video deciden sumarlas a sus catálogos y contratan realizadores que las trasladen al fotograma.
Ahí están, por ejemplo, “1922” de Zak Hilditch, “En la hierba alta” de Vincenzo Natali, “El juego de Gerald” de Mike Flanagan, o la miniserie poco estimada por la crítica “La niebla” de Christian Torpe, todas ellas disponibles en Netflix. En Amazon Prime Video, hay una nueva versión de “Cementerio de animales”, hecha por Dennis Widmyer y Kevin Kolsch, mientras que HBO tiene en su oferta una serie basada en "11.22.63", la segunda parte de la reciente adaptación de "It" y la secuela de "El Resplandor", titulada "Doctor Sueño".
Apple TV+, por otro lado, alberga desde junio "Lisey's Story", una miniserie dirigida por Pablo Larraín y cuyo guion fue trabajado por el mismo Stephen King. "Quería contar la historia que estaba en el libro, pero quería hacerlo mejor. Pensé si alguien va a arruinarla y solía decirle a mi esposa: ‘Nadie más que yo puede estropearla’", dijo en su momento. En suma, títulos para pasar un Halloween conducidos por la imaginación del rey del terror contemporáneo.
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