En diálogo con RPP, el escritor destacó que el trabajo del nobel de literatura peruano a lo largo de su trayectoria permitió describir y entender "la complejidad" que se ha vivido y perdura en el Perú de hoy.
El escritor peruano Santiago Roncagliolo recordó el legado de Mario Vargas Llosa y enumeró algunas obras de su amplio repertorio, las cuales consideró imprescindibles para cualquier lector.
"La fiesta del chivo, seguro. Es un thriller con todo lo bueno de la literatura, del best-seller, que no puedes dejar de leerlo", afirmó Roncagliolo, quien dijo que la obra tiene "todo lo bueno de las grandes novelas". "Es un retrato del mal y de la historia latinoamericana", añadió.
Destacó también el trabajo de Vargas Llosa en La tía Julia y el escribidor, calificándola como "un prodigio por cómo está escrita" y por cómo "están tramadas todas las historias". "Es una novela que tiene que ver con la cultura popular (...) lo que hace con la técnica literaria, con la técnica de contar historias, es prodigioso", sostuvo.
Consideró también en este selecto grupo a Pantaleón y las visitadoras, un símil de lo que se vive en el Perú actual con sus autoridades.
"Esta novela sobre uno de los militares usando todo el poder del Estado para montar un burdel, es lo que más se parece a un país donde el presidente puede dar un golpe de Estado y decirte que no se acuerda porque lo habían drogado, donde el ministro te puede decir 'viva el autismo', o donde los parlamentarios te pueden decir que leer da Alzheimer, el nivel de disparate general en el que vivimos", remarcó.
En Conversación en la catedral, Roncagliolo indicó que Vargas Llosa logró reflejar la razón de su técnica literaria, donde se enmarcan la complejidad y el nivel de conflicto en el Perú entre clases sociales y culturas. "De alguna manera, su manera de narrar responde a un país tan complejo y violento como el Perú", sostuvo.
Asimismo, en El pez en el agua, Roncagliolo dijo que el nobel peruano logra mezclar dos tramas que consideró "extrañas" dentro de una misma obra, como lo fueron la campaña electoral de 1990 y la historia de su padre.
Su vida después de ganar el Nobel de Literatura
En el diálogo, Roncagliolo recordó una entrevista que le realizó a Vargas Llosa tras ganar el premio Nobel de Literatura en 2010, en la que le expresó su firme intención de no detenerse y que este reconocimiento limite sus labores en adelante.
Precisamente, rememoró que, luego de ser reconocido por la Academia Sueca, el autor tenía previsto realizar una gira de 14 días, en la que visitaría 15 países.
"Era un señor de 70 y tantos años. Y yo le dije '¿Pero para qué? O sea, ya te has ganado el Nobel, ya no hay nada más que ganar. ¿Qué más te da vivir así?', y me dijo 'es que yo no, a mí lo que me da miedo es que el Nobel me convierta en una estatua'", dijo.
Roncagliolo afirmó que Vargas Llosa "quería seguir viviendo a lo grande hasta el último instante".
"Mientras ha podido mover un músculo, ese músculo no ha estado quieto. Y eso también creo que forma parte de su vocación novelesca. No solo de escribir novelas, de vivir como novelista", apuntó.
"Le obsesionaba la imagen de él mismo como un viejito retirado. No era algo que quería hacer, no era algo que le hacía mucha gracia, le horrorizaba más que la muerte", aseguró.
Resaltó también que Vargas Llosa, junto con los escritores de su generación, fueron vistos "como más que humanos", acompañados por una trayectoria que incluyó participaciones en la vida política.
"García Márquez viajaba con Fidel Castro, Mario Vargas Llosa era candidato a presidente, Carlos Fuentes cenaba con Bill Clinton. Un escritor de ese grupo, de ese momento, no era solo un escritor, era una especie de superhombre. Y eso no se repite", enfatizó.
Video recomendado
Comparte esta noticia