En el Día Internacional de los Museos, RPP Noticias conversó con actores del rubro museográfico para conocer sus alternativas de cara al aislamiento social obligatorio por la COVID-19.
Con las puertas cerradas desde hace más de 60 días debido al aislamiento social obligatorio decretado por el Gobierno a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, los museos en el Perú dirigen su mirada hacia el mundo digital en busca de ampliar su oferta al público.
El desafío comenzó a nivel externo. De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio de Cultura (Mincul) a RPP Noticias, a la fecha se ha potenciado desde la Dirección General de Museos, encabezada por Claudia Pereyra, el sistema de recorridos virtuales al que se incorporó, recientemente, más contenido para impulsar las visitas online a los museos emblemáticos del Perú.
Así, hasta el momento, el resultado parece alentador: más de 950 mil ciudadanos se registraron en la página oficial de estos paseos digitales (https://visitavirtual.cultura.pe), con un promedio de 300 mil ingresos producidos durante la cuarentena.
Además, de cara a los tiempos después del confinamiento, la Dirección General trabaja cuatro líneas de acción enfocadas en la reapertura progresiva de los museos a nivel nacional, entre las que se encuentran programas de conservación de colecciones, capacitaciones, entre otras.
FORTALECER LAS VISITAS VIRTUALES
Por otro lado, tanto para el Museo de Arte de Lima (MALI) como para el Museo Larco, el viraje de su oferta hacia las plataformas virtuales no representa ninguna novedad, pero sí una oportunidad para implementar algunas mejoras.
En conversación con RPP Noticias, Andrés Álvarez Calderón, presidente ejecutivo del Museo Larco, aseguró que dicha institución viene retomando una transformación digital que había sido aplazada debido a la “vorágine del día a día” que tenían antes de la pandemia.
“Estamos realizando el ordenamiento de mucha documentación y archivos que, por fortuna, están digitalizados, y además venimos fortaleciendo la producción de contenidos”, indicó.
Entre sus ofertas, destaca la miniserie web “Descubre el Antiguo Perú”, enfocada en el entendimiento del antiguo Perú y sus joyas, que fue lanzada también a través de la señal televisiva de RPP Noticias.
De igual manera, Patricia Villanueva, curadora de proyectos educativos en el MALI, manifestó a RPP Noticias que dicho museo ya llevaba apostando por la digitalización de sus colecciones antes de que iniciara la crisis sanitaria, como la aplicación con audioguías que desarrollaron en el 2015 y actualmente han cobrado un nuevo impulso.
“Desde que empezó la cuarentena, hemos analizado las formas en las que el museo debe volcarse a lo digital. Eso incluye cómo podemos tener visitas virtuales, digitalizar las exhibiciones de manera que la gente pueda visitarlas desde su casa. No es lo mismo, pero es una herramienta poderosa”, señaló Villanueva.
En ese sentido, el MALI explota sus redes sociales a través de contenidos específicos dirigidos a los diferentes tipos de público. Desde videos de mediadores y actividades artísticas hasta aquellos que reúnen investigadores orientados a tocar temas de arte del antiguo Perú, colonial y contemporáneo.
CREAR LAZOS, UN PASO HACIA LA SUPERVIVENCIA
¿Cómo sobrevive un museo si no hay visitantes que acudan a sus instalacones? En el caso del Museo Larco, Álvarez Calderón aseguró que al ser una institución muy visitada por el turismo extranjero, mantienen una “economía muy sana” que les permitió generar buenos ahorros.
“Hemos tenido que adoptar unan reducción de equipos y entrar a una fase de hibernación. Con todas estas medidas, el museo puede resistir por lo menos unos ocho o diez meses. Y tenemos, honestamente, la esperanza que para ese entonces exista una apertura a nivel local. Estamos viviendo de nuestros ahorros”, expresó.
Por su lado, Villanueva afirmó que el MALI, en estos momentos, no percibe ingresos de ningún tipo. “No tenemos ni los visitantes, ni los cursos, ni el turismo ni el local para sus alquileres regulares”, reveló.
Sin embargo, destacó que la subsistencia del museo va más allá de la creación de contenido para las plataformas digitales. “Hay que tratar de hacerle llegar a la gente qué es el museo más allá de su colección: hay un equipo humano enorme, mucha energía, muchas ganas de volver y transformarnos con él”, refirió.
En esa línea, crear lazos con la comunidad es uno de los objetivos claros que el Museo Larco y el MALI tienen en cuenta para preservar su supervivencia. Según Álvarez Calderón, considerar a los usuarios como un público propio de los museos es un paso importante, pues hasta la fecha se reconocía solo a los visitantes de a pie.
Después de todo, acotó Patricia Villanueva, el rostro de un museo lo componen las personas que trabajan en él. A través de sus historias, la institución puede “humanizarse” frente a sus espectadores, por lo que vienen emprendiendo una campaña llamada Memoria MALI en la que su personal cuenta cómo ven al museo y el público.
En vista de ambos casos, en el camino hacia un escenario después de la pandemia, los museos tendrán a la tecnología como principal vehículo de información, sin duda, pero en el centro las personas continuarán teniendo el protagonismo.
Comparte esta noticia