
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha impactado en el mercado global, elevando los precios del petróleo y otras materias primas como el trigo y el maíz.
Ante esta situación que sigue escalando, la economía mundial podría perder al menos el 4% de su Producto Bruto Interno (PBI), según proyecciones de la correduría Trafigura.
Solo en el caso del petróleo, este año ya se esperaba que sus precios alcanzaran los US$ 150 por barril antes de la invasión rusa a Ucrania. Pero, ahora las proyecciones indican que podrían subir aún más debido a la dificultad de sustituir el crudo ruso con rapidez.
Los analistas estima que el petróleo, que actualmente bordea los US$ 120 por barril, podrían llegar a costar cerca de US$ 200.
Este riesgo se produce especialmente luego que Estados Unidos haya prohibido las importaciones de petróleo ruso y Gran Bretaña haya anunciado que acabará con sus compras de crudo de Rusia este 2022.
“Un aumento de 100 dólares por barril de los precios supondrá un golpe de entre el 3.5% y el 4% en el PBI mundial, si nos mantenemos en ese nivel durante todo el año”, indicó el economista jefe de Trafigura, Saad Rahim.
El impacto de esta situación también hace subir los precios del trigo y los alimentos en todo el mundo, lo que haría que el impacto fuera aún mayor.
La correduría precisa que esta crisis llega posiblemente en las peores condiciones en cuanto a "inventarios, capacidad flexible y capacidad de entrega".
Uno de los pocos países con capacidad sobrante ante esta crisis del petróleo es Arabia Saudita, pero este regreso del crudo iraní podría tardar meses en producirse.
Asimismo, sostienen que los perforadores de esquisto de Estados Unidos tampoco pueden aumentar la producción rápidamente.
“Ya estábamos muy ajustados en términos de existencias fuera de China, especialmente de crudo, pero también de gasóleo”, comentó Rahim.
Además, indicó que la liberación de 60 millones de barriles de petróleo por parte de la Administración Internacional de la Energía (AIE) tendría un impacto limitado.