El banco europeo se sumó a las medidas que ya tomaron otros bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos, para contener la inflación.
El Banco Central Europeo (BCE) subió su tasa de interés en 50 puntos básicos, su primer incremento desde 2011.
Esta alza de 0.50%, por encima de las proyecciones que se tenía, se da ante la necesidad de frenar la elevada inflación que enfrenta la región.
Según indicaron, su nueva evaluación de los riesgos de inflación justificaba dar “un primer paso más grande en su camino de normalización de la tasa de política que el señalado en su reunión anterior”.
Como se recuerda, en junio los responsables de la política monetaria expresaron su intención de aumentar las tasas en 25 puntos básicos más modestos o un cuarto de punto porcentual. Pero, ahora la tasa se ha elevado más ante la creciente alza de precios.
La inflación en la eurozona llegó al 8.6% en junio, el nivel más alto en la historia del club monetario y muy por encima del objetivo del banco central, que es de 2%.
El BCE anunció además un nuevo instrumento para proteger a los Estados más vulnerables de los ataques especulativos contra su deuda.
En un comunicado, indicaron que esta herramienta “podrá activarse para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que suponen una grave amenaza para la transmisión de la política monetaria en la eurozona”.
El instrumento es una respuesta a los recientes aumentos en los costos de endeudamiento para los gobiernos de los miembros más endeudados, generalmente del sur de la eurozona, como Italia.
Apodado el “Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI)”, el esquema de compra de bonos dirigido “puede activarse para contrarrestar dinámicas de mercado desordenadas e injustificadas que representan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en toda la zona del euro”, dijo el BCE en un comunicado. declaración.
Perspectiva negativa
Con el despegue de los precios, la debilidad del euro frente al dólar y otros bancos centrales a la carrera con mayores alzas, el BCE estaba bajo presión para pensar en hacer un movimiento más grande en la reunión del jueves.
Los futuros aumentos de tasas “serán apropiados”, dijo el BCE, ya que busca ponerse al día con la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, que comenzaron a subir las tasas antes y de manera más agresiva.
La “distribución anticipada” de los aumentos de tasas significaba que el BCE podría adoptar un “enfoque de reunión por reunión para las decisiones sobre tasas de interés”, dijo, y enfatizó que los movimientos futuros serían “dependientes de los datos”.
El BCE tenía una línea muy fina que transitar entre la inflación galopante y la debilidad de la economía de la eurozona, sacudida por la guerra en Ucrania.
La dependencia del continente de las importaciones energéticas rusas tiene a los miembros de la eurozona preparándose para un invierno difícil y planeando racionar los suministros si Moscú detiene las entregas de gas.
Los bancos centrales normalmente dudarían antes de subir las tasas con la economía en una posición tan delicada, pero los expertos advierten que las presiones inflacionarias han aumentado hasta el punto en que el BCE tiene que actuar sin importar lo que rompa.
(Con información de Agence France Press).
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