La capacidad de pago de las medianas y pequeñas empresas podrían ser las más afectadas.
Si el Niño Costero afectó diversos sectores económicos el 2017, la llegada de este fenómeno el Niño en los próximos meses no solo provocaría caídas en algunos rubros, también generaría retraso en el pago de los préstamos bancarios.
De acuerdo a un informe de la Superintendencia de Banca, Seguro y AFP (SBS), analizado por Gestión, la probabilidad de no pagar una deuda aumentaría entre 0.3 y 0.5 puntos porcentuales el 2023, si se presenta un evento entre moderado y fuerte.
Si el evento fuera débil o moderado, el aumento sería de 0.5 y 0.8 pp. el 2024 y se espera que la morosidad se concentre más en los deudores de las medianas y pequeñas empresas.
El 2017, el 43 % del portafolio del sistema financiero se vio afectado por el Niño Costero. A raíz de ello, la SBS recomendó incorporar el cambio climático como factor de riesgo en los distintos niveles del marco para la gestión integral de riesgos de la institución como políticas de riesgo, estrategia de negocios, declaración de apetito al riesgo, criterios y procedimientos para la gestión de riesgos, modelos internos, análisis de sensibilidad y estrés, planeamiento de capital, políticas para la preservación de colchones mínimos de liquidez, provisiones y capital, etc.; y bajo un enfoque y metodologías acordes a su volumen y complejidad de operaciones.
La emergencia por el Niño Costero hizo que el sistema financiero ajuste sus políticas crediticias como dar préstamos y obligar la contratación de seguros para proteger al cliente de los riesgos directos e indirectos de los desastres naturales.
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