¿Cuánto gasta el Perú en el mantenimiento de sus cárceles?

La inseguridad ciudadana se ha convertido en un mal originado por las amplias brechas sociales, la falta de empleo, la impunidad y la corrupción. Al año, el Estado invierte miles de millones de soles para reducirla; sin embargo, el problema en vez de controlarse se incrementa.

Según datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), el 2023 hubo más de 1 056 víctimas por asesinato en todo el Perú; además, la Asociación Pro Seguridad Ciudadana (Aprosec) informó que hubo un repunte de denuncias por extorsión, las cuales pasaron de 7 000 el 2022 a 20 000 el 2023.    

 “La delincuencia y la falta de seguridad en el país están impactando cada vez más en la calidad de vida de los ciudadanos. Varios estudios indican que los costos han aumentado de un 2.5% en 2014 a más del 3.1% del PBI en 2023, superando los S/ 31,000 millones anuales”, aseguró Edmundo Lizarzaburu, experto en dirección estratégica y gestión de riesgos.

Pero eso no es todo, pues el gobierno también debe destinar presupuesto para el mantenimiento de las 68 cárceles de todo el Perú, 12 de ellas ubicadas en Lima. Estos establecimientos penitenciarios albergan a más de 93.147 reos.

¿Cuánto cuesta mantener las cárceles peruanas?

Edmundo Lizarzaburu detalló que el encarcelamiento genera un gasto adicional que oscila entre el 0.10% y 0.12% del PBI; es decir, “un costo anual superior a los S/ 32,000 millones”, expresó. Con este monto y los otros S/ 31 mil millones mencionados, son más de S/ 63 mil millones invertidos en abordar este problema social, dinero equivalente al presupuesto de la región de Puno para mejorar los servicios de educación de sus más de 200 000 escolares de educación básica regular.

Inseguridad eleva el gasto de los peruanos y las empresas

La inseguridad también desalienta la inversión y eleva los gastos. Las empresas grandes y medianas destinan entre 5.6 % a 9.6 % para su seguridad como vigilancia, cámaras de seguridad, etc., según el Instituto Peruano de Economía (IPE).

El panorama golpea de forma distinta a los sectores. Se calcula el cierre de 1 de cada 10 bodegas por el aumento de las extorsiones; además, los turistas extranjeros prefieren otros destinos, ante la alerta de sus países por la inseguridad en el Perú.

“La carencia de oportunidades económicas, la disparidad social y la presencia de grupos delictivos contribuyen a crear un ambiente propicio para la inseguridad. Reducir la brecha social es crucial para abordar este problema, dado que la pandemia, la falta de objetivos claros en las políticas asistenciales y la recesión actual han agravado la situación”, recomendó el especialista.