La escasez ha obligado a muchos cubanos a comprar productos básicos a precios aún más altos a los revendedores.
Cuba, país dependiente de las importaciones, se enfrenta a una escasez generalizada mientras aumentan las ventas de bienes en monedas como el dólar.
La situación ha obligado a muchos cubanos a adquirir monedas convertibles en el mercado negro, donde ha subido hasta tres veces la tasa oficial desde que el gobierno devaluó drásticamente el peso en enero.
Ante esto los ciudadanos deben comprar los productos a precios aún más altos en pesos a los revendedores, según el economista cubano Omar Everleny.
Muchos productos simplemente ya no se venden en tiendas de pesos, pese a que ahora hay miles de millones de pesos en circulación.
El execonomista del Banco Central cubano, Pavel Vidal, señala que ante esta dolarización, la escasez y la devaluación: los precios se han disparado y la inflación probablemente llegará a un mínimo del 500%, y hasta al 900% este año.
Mientras el gobierno de Cuba señala que esto se debe a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la pandemia, algunos críticos indican que el problema principal es la ineficiencia de la economía estatal.
Para amortiguar el impacto de la devaluación del peso, el Estado ofrece productos subsidiados, aumentó los salarios y pensiones estatales hasta en cinco veces, pero eso cubre solo alrededor del 60% de la población.
La economía doméstica se redujo un 11% el año pasado después de años de estancamiento y, según los economistas cubanos, ha seguido cayendo en lo que va de 2021.
Hasta la semana pasada, el Estado vendía arroz solo en la tarjeta de racionamiento a 10 pesos la libra, mientras en el mercado informal se encontraba a 60 pesos.
Una botella de aceite de cocina de 50 pesos costaba 200 pesos y la leche en polvo, que se raciona para niños y ancianos, de 2.5 pesos la bolsa se vende a 300 pesos en la calle.
(Con información de Reuters).
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