El Gobierno argentino espera recaudar unos US$ 3,675 millones con este "aporte solidario extraordinario".
El viernes pasado la Cámara de Senadores de Argentina aprobó un proyecto que busca que las personas de grandes fortunas hagan un "aporte solidario extraordinario" que ayude a afrontar las consecuencias de la pandemia.
La iniciativa ha despertado un gran rechazo de las entidades empresariales más grandes de Argentina, pero, ¿de qué trata?
De acuerdo con EFE, este "Aporte Solidario Extraordinario de las Grandes Fortunas" afectaría a personas y no empresas que posean una riqueza declarada superior a 200 millones de pesos, cerca de US$ 2.5 millones.
Este impuesto, que se pagará por única vez, alcanzará a 11,855 personas, según proyecta la Administración Federal de Ingresos Públicos.
El Gobierno estimó recaudar más de 300.000 millones de pesos (unos US$ 3.675 millones), que serían destinados a aplicar medidas para afrontar los efectos de la Covid-19 y "apoyar el camino de recuperación económica" del país, sumido en una profunda recesión desde 2018 y con 40,9 % de la población bajo la línea de pobreza.
"Pareciera que estamos persiguiendo a los ricos, que no tiene nada de malo ser rico, pero el 99,98% de los argentinos no tiene que hacer este aporte y no estamos persiguiendo a nadie", dijo el senador oficialista y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Carlos Caserio.
Según denuncian algunos funcionarios, este nuevo impuesto desalentará inversiones y opera como una doble imposición con el ya existente impuesto a los bienes personales.
Se estima, según la agencia AFP, que el 20% del dinero recaudado será destinado para garantizar el abastecimiento de suministros médicos, 20% para socorrer a pequeñas y medianas empresas, otro 20% para becas estudiantiles, 15% para desarrollos sociales y el 25% restante para proyectos de gas natural.
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