Para el 51% de encuestados la desigualdad entre hombres y mujeres es muy grave o algo grave.
El Perú dejó de ser el país de las oportunidades, según los resultados de la Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (ENADES 2024), elaborada por Oxfam y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), donde al menos 6 de cada 10 encuestados piensan que la desigualdad empeoró en los últimos dos años y también la diferencia entre ricos y pobres.
Para gran parte de los encuestados, hay varios condicionantes que reducen las oportunidades de una persona para mejorar su calidad de vida. El principal es el lugar donde pasa su niñez, según el 59 % de opiniones.
La falta de oportunidades también se percibe entre Lima y las demás regiones, consideraron el 76 % de los encuestados y para el 59%, Lima gobierna el país sin tomar en cuenta a las otras regiones.
Por otra parte, el 43% señala que en el Perú no todos tienen iguales oportunidades para salir de la pobreza, en tanto el 42% está en desacuerdo con que las personas sean pobres porque desaprovechan las oportunidades.
Esto afecta sobre todo el presente pues solo al 14 % de los encuestados le alcanzan los ingresos para pagar sus necesidades básicas y les sobra para ahorrar. Aunque, al 45 % necesita más dinero pues su gasto mínimo supera los S/ 2 000; es decir, casi el doble del salario mínimo.
Actualmente, los peruanos no solo perciben falta de oportunidades para acceder a la justicia o mejorar su economía, al menos el 31 % de los encuestados creen que estas falencias podrían solucionarse con un Estado más justo. Esta cifra se sitúa por encima de quienes consideran que es más importante que haya crecimiento económico (21%), que haya democracia (20%), que haya menos delincuencia (20%) o que se apoye a las minorías (7%).
¿Qué población enfrenta más desigualdades?
A pesar de algunos avances, las desigualdades se mantienen si comparamos a la población por género. Para el 51% de encuestados la desigualdad entre hombres y mujeres es muy grave o algo grave. Entre las mujeres esta cifra llega al 60% mientras que entre los hombres al 42%. La mayor percepción de gravedad se da entre quienes viven en Lima Metropolitana y en el sur del país y entre quienes pertenecen al nivel socioeconómico C.
Estas cifras cobran particular relevancia en un contexto donde ellas enfrentan altas tasas de empleo informal, índices altos de violencia y una sobrecarga de trabajos de cuidados no remunerados, entre otros factores que profundizan la desigualdad frente a los hombres. De hecho, el 67% de personas encuestadas piensa que ser hombre ofrece una mayor ventaja para tener una mejor posición económica.
Solo un 17% considera que la diferencia entre hombres y mujeres es nada grave. De ellos, la mayoría son hombres, se autoidentifican como blancos y son de derecha.
“Son ellas quienes principalmente se hacen cargo de las labores de cuidados en los hogares, lo que en muchos casos reduce el tiempo del que disponen para actividades como estudiar. Además, es más probable que trabajen por su cuenta y en empleos informales, incrementando sus niveles de dependencia económica, entre otras consecuencias”, expresó Alejandra Alayza, directora país de Oxfam.
Comparte esta noticia