El joven empresario ganaba S/. 12 mil al mes como empleado de la empresa Sergero SAC, pero según sus estados de cuenta bancarios gastaba S/. 500 mil mensuales.
Los millonarios gastos de Gerald Oropeza en autos de lujo, fastuosos inmuebles y fiestas con cantantes de moda pasaron desapercibidos para las entidades encargadas de detectar movimientos sospechosos de dinero.
En el papel, el llamado "Tony Montana" peruano ganaba 12 mil soles al mes como empleado de la empresa de limpieza Sergero SAC, pero según sus estados de cuenta bancarios gastaba 500 mil soles mensuales.
¿Por qué la Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) o la Sunat no detectaron este evidente desbalance patrimonial?
Según el especialista en derecho penal económico Carlos Caro, esto se debe a que las empresas que le vendieron bienes e inmuebles no habrían reportado estas operaciones sospechosas a las entidades de control, lo cual está a cargo de los oficiales de cumplimiento de estas entidades.
"Podemos estar ante un caso en el cual ha habido una omisión de parte de, eventualmente, una entidad bancaria, la casa de compra venta de vehículos o la inmobiliaria, si esa omisión se ha dado, eso podría tener incluso relevancia penal", declaró a RPP Noticias.
Caro explicó que si las empresas no reportan operaciones sospechosas, el Estado no puede conocer lo que sucede e iniciar una investigación.
Para el tributarista César Luna Victoria, era evidente que existía un desbalance entre los ingresos y los gastos de Oropeza, quien es investigado por presunto lavado de activos y narcotráfico.
"En el caso de Oropeza lo que hay a simple vista es un incremento patrimonial no justificado, de dónde pues estas fiestas en piscina con 40 chicas en bikini, de dónde las fiestas con este conjunto de moda, de dónde este carro o esta casa", señaló.
Según Luna Victoria, el sistema para detectar operaciones sospechosas funciona, pero en este caso no se descarta que la corrupción lo haya hecho fallar.
Recordó que los bancos están obligados a reportar operaciones realizadas en efectivo a partir de 10 mil dólares, mientras que los notarios también deben emitir reportes por la adquisición de inmuebles, cosa que no habría ocurrido en este caso.
"Acá hay un tema de movimiento de dinero ilícito y de personas o funcionarios que debieron reportar estas operaciones y no lo hicieron", refirió.
Solo los autos Porsche, Audi y Ferrari confiscados a Gerald Oropeza están valorados en más un millón de dólares, mientras que sus casas ya han sido puestas a disposición de la Comisión Nacional de Bienes Incautados (Conabi).