En los últimos tres años la minera MMG aportó S/700 millones solo en regalías por su operación de Las Bambas.
La economía peruana mostró un buen desempeño económico en el 2018, sin embargo, la región Apurímac, que alberga al gran yacimiento minero de cobre Las Bambas, sufrió una fuerte contracción durante el año pasado.
La actividad productiva de Apurímac, que depende principalmente de la minería y agricultura, se contrajo 5.2% en el último trimestre (octubre – diciembre) del 2018 y reportó el segundo peor resultado a nivel de PBI del país, solo después de Madre de Dios.
Mientras tanto, en ese mismo periodo la economía del país en su conjunto avanzó un 4.8%, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), lo que refleja que no todas las regiones avanzan a la misma velocidad.
Pero en realidad a esta región, que ha recibido en los últimos tres años alrededor de S/700 millones por regalías producto de la operación de Las Bambas, le fue mal durante todo el 2018. ¿Cuál es la explicación?
El ente estadístico detalla que Apurímac reportó menores volúmenes de extracción de cobre y molibdeno en la unidad minera Ferrobamba de la Minera Las Bambas. El problema es que esta situación se puede agravar con la paralización de la producción del yacimiento.
Impacto Las Bambas
El yacimiento de Las Bambas no solo representa el 20% de la producción del cobre del país, sino también el 2% de la producción mundial del metal rojo, según datos del Ministerio de Energía y Minas.
Ahora, el propio presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, advirtió que la paralización de la producción de Las Bambas no solo puede terminar afectando a Apurímac sino a todo el país, por las dimensiones del proyecto.
Sin embargo, no solo a la minería le fue mal. También, se contrajo el sector Agropecuario por la baja producción de palta, papa, yuca, fibra de alpaca, porcino y ovino, según precisa el INEI.
No obstante, creció el sector Construcción atribuido a la ejecución de obras de los gobiernos locales, como creación de caminos vecinales, mejoramiento y ampliación de los servicios de agua potable y sistemas de saneamiento, pero no fue suficiente para amortiguar los malos resultado de los otros sectores.
En tanto, también ayudó los trabajos de infraestructura en el Gobierno Regional por el fortalecimiento de infraestructura hospitalaria y la gestión integral de la microcuenca Mariño de la provincia de Abancay.
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