La menor proyección está relacionada a la incertidumbre política y los fenómenos meteorológicos.
Al igual que otros organismos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó la proyección del PBI del Perú para el cierre de este 2023.
En su 'Estudio económico de la OCDE sobre Perú', informaron que ahora se espera que la economía peruana solo crezca 1.1%, cuando inicialmente se esperaba un avance de 1.7%.
La menor proyección está relacionada a la incertidumbre política, los fenómenos meteorológicos extremos y las elevadas tasas de interés e inflación vienen limitando el consumo privado y la inversión.
Asimismo, advierten que el crecimiento del PBI seguirá siendo débil en un entorno de incertidumbre, pues ante la coyuntura actual, tanto los riesgos internos como los externos son especialmente elevados.
La OCDE recordó que el Perú se encuentra en una crisis política desde el 2016, lo cual ha llevado a una debilidad institucional que podría acabar paralizando las reformas estructurales que se necesitan para fomentar el avance de la economía y corregir desigualdades sociales.
¿Cómo nos afecta el bajo crecimiento?
Estas proyecciones bajan tras los golpes que sufrió la economía en la primera mitad del año, con las paralizaciones por las protestas sociales y los desastres naturales.
Este bajo crecimiento de la economía implica un menor interés de las empresas en invertir y esto genera menos puestos de trabajo. A su vez, esto significa menos ingresos para las familias y reduce las posibilidades de bajar los niveles de pobreza.
Otro efecto es la menor recaudación de impuestos para el Estado, recursos con los que se deberían mejorar el bienestar de la población con obras en salud, educación y otros servicios públicos.
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