Pese al rebrote de COVID-19, los especialistas no consideran que esto vaya a detener la fabricación en China por lo que se espera un pronto aumento de la cotización del metal.
El cobre retrocedió este martes por cuarto día seguido en medio de incertidumbre por factores internacionales, principalmente el lento progreso de las medidas de estímulo de Estados Unidos y las preocupaciones sobre la demanda de China, el principal consumidor de este metal en el mundo.
Esta caída resta fuerza al repunte que registró el metal a inicios del mes, cuando llegó a niveles máximos en ocho años.
De acuerdo con Reuters, a las 1047 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajó un 0,.5% a US$ 7.927 la tonelada tras llegar el 8 de enero a US$ 8.238 dólares.
Por el momento el principal consumidor, China, se prepara para ingresar a un período de vacaciones de una semana por el Año Nuevo Lunar en febrero, mientras lucha contra rebrotes de coronavirus y ajusta la liquidez en el mercado de préstamos.
Según el analista de Commerzbank, Daniel Briesemann, la demanda china generalmente aumenta después de las celebraciones de Año Nuevo y que eso podría elevar los precios.
Sin embargo, advierte que la demanda de China en general se debilitará en 2021, pues el año pasado el país importó más cobre del que necesitaba.
Pese a esto, se espera que los brotes de COVID-19 en el norte de China no provocarán que se detenga la fabricación.
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