Para los especialistas, este cambio de escenario se traduce en un respiro para el comercio mundial y una ventana de oportunidad para los exportadores peruanos, especialmente en sectores como agroindustria, minería y pesquería, que tienen como destino clave a ambos mercados.
La tregua de tres meses alcanzada por China y Estados Unidos para reducir temporalmente los aranceles que ambos aplican a sus productos abre un nuevo escenario para las exportaciones peruanas, en medio de un contexto global que venía marcado por la incertidumbre comercial desde febrero pasado.
El acuerdo anunciado este lunes en Ginebra contempla que China reducirá sus aranceles a productos estadounidenses de 125 % a 10 %, mientras que Estados Unidos bajará los impuestos que aplica a bienes chinos de 145 % a 30 %. Aunque se trata de una tregua momentánea, para los especialistas peruanos esta decisión puede tener efectos positivos en el comercio exterior nacional.
Edgar Vásquez, presidente del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de ADEX (CIEN-ADEX), destacó que esta distensión es una buena noticia para economías exportadoras como la peruana.
“Que las dos grandes potencias económicas del mundo se sienten a conversar y empiecen a distender esta guerra comercial es claramente muy positivo. Esto probablemente llevará a que las proyecciones de crecimiento global y de las economías nacionales se ajusten al alza para este año”, afirmó.
Para Vásquez, si este conflicto se resuelve rápidamente, los flujos de comercio internacional se normalizarían y las principales economías, incluyendo China y Estados Unidos —que son también importantes compradores de productos peruanos—, volverían a crecer a mejores ritmos.
“Para países pequeños pero exportadores netos como el Perú, esto significa que estos mercados van a crecer más y tendremos la oportunidad de seguir vendiéndoles más”, agregó.
Además, señaló que esta tregua ayuda a frenar una posible sobreoferta de productos chinos a bajo precio en otros mercados, lo cual podía afectar a industrias nacionales en diferentes países, incluyendo Perú.
Desde el sector financiero, Jean Pierre Fournier, vicepresidente de inversiones de AFP Integra, coincidió en que este acercamiento reduce la incertidumbre que había afectado la confianza de los inversionistas en las últimas semanas.
“El inicio de las conversaciones permite volver a un escenario de renegociación de aranceles entre las grandes economías. La incertidumbre mantenida por un periodo largo era negativa para los inversionistas y reflejó la corrección de los mercados que vimos en abril”, explicó.
Fournier advirtió que aunque los efectos inmediatos en inflación y crecimiento global podrían ser moderados, mantener tarifas altas por mucho tiempo hubiera obligado a un reordenamiento doloroso de las cadenas de producción y distribución, elevando los precios y retrasando inversiones.
“El que Estados Unidos y China vuelvan a conversar permite que la calma regrese y que las expectativas de los impactos negativos sean absorbidas por el dinamismo de la economía global”, indicó.
Para los especialistas, este cambio de escenario se traduce en un respiro para el comercio mundial y una ventana de oportunidad para los exportadores peruanos, sobre todo en sectores como agroindustria, minería y pesquería, que tienen como destino clave a ambos mercados.
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