De las 26 mil que existían hace dos años, solo 7,563 lograron recuperarse según el Colegio de Economistas de La Libertad.
La situación de las micro y pequeñas empresas en La Libertad todavía no alcanza una reactivación efectiva, pues según el vicedecano del Colegio de Economistas, Francisco Huertas, solo el 29% se han recuperado a dos años de iniciada la pandemia por el nuevo coronavirus.
Hace dos años, existían 26 mil MYPES, de las cuales solo 7,563 se han recuperado. Pese a esta situación, el vocero precisó que hay muchos emprendedores que han buscado conformar sus negocios desde el año pasado.
Solo 7 mil 563 de las 26 mil mypes que se cerraron durante la pandemia se han recuperado, en la región La Libertad, informó Francisco Huertas, vicedecano del colegio de Economistas. “En el 2021 hubo un proceso de recuperación. La estadística de la Sunat indica que el año pasado se formaron 5,700 empresas y este año hasta abril 1,863”, detalló Francisco Huertas.
El economista explicó que hay otros problemas sociales que les están preocupando, entre ellos el empleo informal que sigue en ascenso. Del 72% de ciudadanos que tenían un trabajo sin beneficios en el 2019, ahora es el 75% al cierre del año pasado. En cuanto a la pobreza se elevó de 24% a 27% en el mismo periodo.
Con el cierre de las MYPES el problema se agrava pues la desaparición de estas provocaron la pérdida de 120 mil puestos de trabajo, de los cuales solo 80 mil se han reactivado durante el 2021 y lo que va del 2022. Además, los trabajadores habrían bajado su ingreso promedio y en muchos casos tendrían un trabajo informal que no contempla sus beneficios sociales.
Liberteños vulnerables a la inseguridad alimentaria
De otro lado, Francisco Huertas se pronunció sobre el impacto de la inflación en la región de La Libertad, donde según el INEI alcanza el 9.81%. Según explicó la tercera parte de la población liberteña, estaría en una condición vulnerable frente a la inflación. Si el costo de alimentos, transporte y otros continúa al alza, dicha población pasaría a la condición de pobreza, incrementando su porcentaje de 27 a 60% de la población en nuestra región.
“La línea pobreza significa que una persona gasta 12050 soles por día. Aquí (en Trujillo) tenemos al 26% de la población liberteña gastando menos. Por encima de la línea de pobreza hay un 33% que significa vulnerabilidad o sea que ante un alza en la inflación, buen número de ellos vuelven a la pobreza”, detalló.
Según indicó, el economista Francisco Huertas, se necesita la intervención del estado, pero no solo con bonos sino con oferta laboral a través de obras, sobre todo en zonas urbano marginales y altoandinas.
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