
Solo en Lima Metropolitana alrededor de un millón de peruanos estarían en una situación alimentaria grave debido a la crisis, según la organización Acción contra el Hambre (ACH).
A consecuencia de la pandemia de COVID-19 se ha registrado una contracción de la economía, la informalidad del mercado laboral y el aumento del desempleo.
"Las personas han perdido sus empleos y no tienen recursos para adquirir alimentos proteicos", indica América Arias, directora país de la organización.
Con la crisis económica un 10% de los 14 millones de personas que formaban parte de la clase media pasarán a la pobreza o a una situación de vulnerabilidad.
Asimismo, los índices de mortalidad que antes eran de 40%, se ha disparado a 149%, afectando a más de 40,000 personas.
A nivel regional
En Latinoamérica se calcula que más de 67 millones de personas sufrirán de hambre dentro de los próximos 10 años, como parte del impacto de la pandemia y los problemas internos de cada país.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas indica que en América Latina y el Caribe es posible que el número de personas que se encontrarán afrontando diversos tipos de inseguridad alimentaria severa aumentará un 269%.
Por ello, el programa está invirtiendo alrededor US$ 8 millones en coordinación con entidades gubernamentales, organismos internacionales y el sector privado.