La actriz de 39 años, conocida por su interpretación de Wonder Woman, acaba de compartir con sus seguidores en Instagram una impactante experiencia personal que enfrentó durante su cuarto embarazo.
Gal Gadot reveló haber pasado por un episodio crítico en su vida a principios de este año. Durante el octavo mes de su último embarazo, fue diagnosticada con un coágulo de sangre en el cerebro que la llevó a someterse a una cirugía de emergencia antes de dar a luz a su cuarta hija.
En un extenso mensaje que publicó en sus redes sociales, la protagonista de Wonder Woman, describió este complejo proceso que cambió su perspectiva sobre la vida. "Estoy totalmente curada y llena de gratitud por la vida que me han devuelto", expresó la actriz, quien aseguró que tomó la decisión de hacer pública su historia para ayudar a procesarla.
La estrella, de 39 años, detalló que sufrió semanas de dolores de cabeza insoportables que la postraron en cama antes de que una resonancia magnética revelara la presencia de un "enorme coágulo de sangre" en su cerebro. "Nos enfrentamos a lo frágil que puede ser la vida. Fue un duro recordatorio de lo rápido que todo puede cambiar", expresó.
Señal de luz y esperanza
A pesar de las dificultades, el nacimiento de su hija Ori fue una señal de esperanza. La actriz explicó que el nombre de su hija, que significa "mi luz" en hebreo, precisamente lo que necesitó para superar ese momento. "Antes de la cirugía, le dije a mi esposo Jaron que nuestra hija sería la luz que me esperaría al final de este túnel", escribió.
Gracias al trabajo de un equipo médico y semanas de atención intensiva, la estrella de Blanca Nieves pudo recuperarse por completo. Hoy, afirma sentirse agradecida y decidida a generar conciencia sobre la trombosis venosa cerebral, una afección poco común pero peligrosa que puede afectar a mujeres embarazadas.
Finalmente, Gadot instó a escuchar a nuestro cuerpo y no ignorar sus señales. "Estar en sintonía con tu cuerpo puede salvarte la vida", afirmó.
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