Selena Quintanilla perdió la vida un día como hoy, en 1995, a manos de la presidenta de su club de fans. A 25 años de su muerte, recordamos su intensa vida y trayectoria.
Hay estrellas que se apagan trágicamente en pleno apogeo de sus carreras. Jim Morrison, Janis Joplin y Jimi Hendrix, miembros del llamado “Club de los 27”, pues perdieron la vida a los 27 años, son ejemplo de ello. Y, en la escena latinoamericana, el caso de Selena Quintanilla, más conocida como Selena, cuya vida acabó a sus cortos 24 años en 1995, resulta paradigmático.
Aquel año, Selena era algo más que un nombre de moda en Estados Unidos. En ella se conjugaba la figura exitosa de la música latina y la representante cultural de la comunidad hispana que había ganado a pulso su integración en la sociedad norteamericana. De allí que su temprana muerte haya significado todo un acontecimiento dentro de un entorno latino que la veía como un ícono.
Su deceso ocurrió la mañana de un día como hoy, 31 de marzo. Selena había ido al motel Days Inn, ubicado en Corpus Christi, en Texas, para reunirse con Yolanda Saldívar, la presidenta de su club de fans. Tenía el objetivo de recoger unos documentos financieros, pero Saldívar adujo que no podía entregárselos, pues había sido violada en México.
Conmovida por Saldívar, Selena la trasladó hasta un hospital, donde descartaron indicios de agresión sexual. Ambas volvieron al motel y la cantante empezó a reclamarle a su seguidora por los documentos. A esta discusión, Saldívar respondió extrayendo un revólver de su bolso y disparándole a Selena, mientras ella se disponía a huir.
Empleados del Days Inn lograron socorrer a la intérprete, quien alcanzó a señalar a su fanática como la responsable de la agresión. Tras una intervención quirúrgica en el Hospital Central, Selena no pudo sobrevivir al impacto de la bala, que llegó a perforarle una arteria y el tórax. A las 13:05 horas, la estrella que revolucionó el mercado latino en Estados Unidos, perdió la vida.
LOS DINOS, EL INICIO DE TODO
La carrera de Selena inicia de una manera muy parecida a la de otros prodigios de la música, que proyectan su talento desde pequeños. A los 9 años, consciente de la voz que tenía su hija, Abraham Quintanilla formó la agrupación familiar “Los Dinos con Selena”, integrada por la misma Selena y sus hermanos.
Víctimas de la crisis del petróleo que azotó a Texas a principios de los ochenta, el señor Quintanilla quedó en bancarrota y debió cerrar su restaurante mexicano, primer escenario de su hija, y mudarse a Corpus Christi, donde la agrupación familiar continuó ofreciendo lo mejor de su música en quinceañeros, bodas y bautizos.
A fines de la década, tras giras en un viejo autobús y otras carencias, Selena logró erigirse como la representante femenina del tex-mex, género musical formado entre la población mexicana que vive en Texas. Lo logró a punto de un gran esfuerzo, cantando en castellano cuando solo hablaba inglés, y tras lanzar “Alpha”, álbum con el que ganó dos premios en los Tejano Music Awards de 1987.
LA REINA DEL TEX-MEX
A los 18 años, Selena ya había firmado un contrato con el sello latino EMI y lanzado al mercado su disco “Selena”. Quienes creyeron ver en ella una próxima Gloria Estefan se encontraron con algo más grande: su tema “Contigo quiero estar” logró posicionarse entre los más oídos por Billboard. Y gracias a este ascenso, firmó contrato con Coca-Cola.
Un año antes había conocido a Chris Pérez, un guitarrista con quien se casaría en 1992, luego de que este se le declarara en un Pizza Hut. La boda fue secreta, pues Abraham Quintanilla desaprobaba la relación debido al machismo de Pérez, que podía alejar a la artista de una industria en la que su nombre había ganado un enorme protagonismo.
Había, alrededor de la figura de Selena, una suerte de integración de la cultura latina y norteamericana. Su aire de vaquera, con su aspecto latino y su abdomen al aire, abría los horizontes en los canones de belleza mexicanos que aupaban a las estrellas de tez blanca y cabellera rubia en sus telenovelas.
Así, a inicios de 1990, Selena continuó con su carrera y lanzó su segundo álbum “Ven conmigo”. El éxito del disco fue inmediato, sobre todo en México. Pero con el lanzamiento del videoclip de “Nada se compara contigo”, la artista alcanzó el estrellato a lo largo de todo Estados Unidos.
LA CONQUISTA DEL MERCADO LATINO
Aunque para 1992 la trayectoria de Selena había alcanzado cierta cima, con su tercer disco “Entre a mi mundo”, que contaba con éxitos como “¿Qué creías?”, “Ámame” y “La carcacha”, consiguió ubicarse en la cresta de popularidad. Sobre todo con el sencillo “Como la flor”, que contribuyó a que la popular ‘Reina del tex-mex’ se ubique en la cima de tops musicales.
A partir de entonces, el ascenso sería imparable. Su álbum “Selena Live!”, de 1993, que recopilaba canciones interpretadas en un concierto en Corpus Christi, la hizo ganadora de un Grammy y vendió más de 500 mil copias. El mismo año, participó en dos episodios de la telenovela “Dos mujeres, un camino” que batió picos de audiencia.
Por esos años, Yolanda Saldívar tuvo sus primeros acercamientos con la familia de Selena. Tras llamar quince veces a Abram Quintanilla para obtener la autorización de fundar el club de fans oficial de la artista, Saldívar pudo abrir dos tiendas y salones de belleza bajo el nombre de la cantante de “El chico del apartamento 512”.
En 1994, Selena era una de las artistas más rentables en el mercado latino de Estados Unidos. Su cuarto disco “Amor prohibido” no hizo sino engrosar su fama al obtener 3 discos platino y llenar estadios con un aforo de 80.000 personas. El club de fans fundado por Saldívar ya tenía más de 8 mil miembros. Y, por supuesto, facturaba. Vaya que facturaba.
De este poderío económico se aprovechó Saldívar, quien no solo se transformó en un personaje autoritario capaz de despedir a 24 de 38 trabajadores de Selena solo porque no les caían en gracia, sino que incluso malversó más de 60 mil dólares, según las investigaciones que hizo en su momento Abraham Quintanilla.
SELENA, EL MITO
¿Cuál fue el impacto de la muerte de Selena? Existen quienes lo comparan con el homicidio del expresidente John F. Kennedy. Y lo cierto es que, tal golpe ocasionó su deceso en la comunidad hispana, que el día de su fallecimiento que la policía debió crear un desvío de la casa de la cantante por la cantidad de autos que se dirigían a rendirle tributo.
A su entierro asistieron un promedio de 40 mil personas, que pidieron ver el cadáver de Selena, pues se había corrido el rumor de que la cantante seguía viva. Fueron ellos los últimos testigos de la imagen final de la intérprete: estaba con un vestido morado, y sus labios y uñas pintados de rojo. A esta ola de creencias populares, se levantó un enorme sensacionalismo en la prensa de la época.
Incluso, Selena llegó a ocupar la portada de The New York Times durante dos días seguidos y la entrevista que le hizo el programa “Primer impacto” a Yolanda Saldívar batió récords de sintonía en Estados Unidos. Aún hoy, cada 16 de abril se celebra el Día de Selena en Texas, en el que conmemoran su nacimiento.
Una película basada en su vida, protagonizada por Jennifer Lopez, en 1997, mantuvieron fresca la memoria de la 'Reina del tex-mex' en los años sucesivos, mientras que una serie producida por Netflix aguarda revivir su biografía a fines de 2020. A 25 años de su muerte, cantantes como Becky G y Pitbull participarán de un concierto en su nombre, el 9 de mayo. Su poderosa imagen femenina pervive en artistas contemporáneas. Selena, su mito, resuena en otras voces todavía.
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