Así lo aseguró ´El Francotirador´ en su columna de un diario local. Además, afirmó que sus hijas le han quitado el habla por olvidarse de las promesas que le hizo a su mamá.
No todo es felicidad para Jaime Bayly, ya que polémico periodista reveló en su columna de un diario local que su ex esposa Sandra Masías, madre de sus dos hijas, Camila y Paola, lloró mucho al enterarse de la noticia de la paternidad de su ex pareja.
"Lo cierto es que a Sandra le dolió que yo le confirmase que tendría un hijo con Silvia Nuñez del Arco. Lloró, le bajó la presión, casi se desmayó y yo lloré con ella y le pedí perdón. Como la quiero tanto y me daba pena verla desolada y humillada le dije: No te preocupes, si todavía tienes la ilusión de tener un hijo y quieres tenerlo conmigo, esperemos dos o tres años, a que las niñas se vayan a la universidad en Estados Unidos", escribe Bayly en su columna de Perú21.
Asimismo, el "Tío terrible" de la TV señaló que sus hijas, Camila y Paola, le han quitado el habla por olvidarse de las promesas que le hizo a su mamá.
"Sandra no me perdona el desliz con Silvia, pero sobre todo no me perdona que lo haya hecho tan público tres semanas después de decir en mi programa que quería tener un hijo con ella. Las niñas, comprensiblemente, ven a su madre desolada, contrariada, humillada, y toman partido por ella y me consideran un cabrón egoísta que dejó a su amada esposa para irse con una chiquilla pendeja de veintiún años".
"Lo cierto es que a Sandra le dolió que yo le confirmase que tendría un hijo con Silvia Nuñez del Arco. Lloró, le bajó la presión, casi se desmayó y yo lloré con ella y le pedí perdón. Como la quiero tanto y me daba pena verla desolada y humillada le dije: No te preocupes, si todavía tienes la ilusión de tener un hijo y quieres tenerlo conmigo, esperemos dos o tres años, a que las niñas se vayan a la universidad en Estados Unidos", escribe Bayly en su columna de Perú21.
Asimismo, el "Tío terrible" de la TV señaló que sus hijas, Camila y Paola, le han quitado el habla por olvidarse de las promesas que le hizo a su mamá.
"Sandra no me perdona el desliz con Silvia, pero sobre todo no me perdona que lo haya hecho tan público tres semanas después de decir en mi programa que quería tener un hijo con ella. Las niñas, comprensiblemente, ven a su madre desolada, contrariada, humillada, y toman partido por ella y me consideran un cabrón egoísta que dejó a su amada esposa para irse con una chiquilla pendeja de veintiún años".
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