Jugadores de la Selección de Islandia regresaron a casa después del logro histórico de llegar a cuartos de final de la Eurocopa, donde cayeron 5-2 el domingo frente al anfitrión Francia.
Miles de islandeses recibieron este lunes como héroes en Reikiavik a los miembros de su selección de fútbol, homenajeados en un recorrido por la capital un día después de quedar eliminados frente a Francia (5-2) en cuartos de final de la Eurocopa 2016.
Paso de campeón. La Selección Islandesa transitó en un autobús de dos plantas con el techo descubierto el centro de la capital, repleto de gente que aplaudía y vitoreaba al equipo que tuvo una actuación sobresaliente en su primera participación en una fase final.
El paseo finalizó en el popular parque de Arnarhóll, junto al puerto, donde subieron a un escenario en el que los esperaban, entre otros, el presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, y el primer ministro, Sigurdur Ingi Jóhannsson.
El más aplaudido. Uno a uno fueron presentados y vitoreados los jugadores islandeses, pero la mayor ovación fue para un sueco, el seleccionador Lars Lagerbäck, el hombre que ha culminado la transformación increíble del fútbol de Islandia.
Lagerbäck, que deja el cargo, tuvo un detalle con su cuerpo técnico, al que mandó salir al frente del escenario, mientras él resaltaba que el gran éxito de Islandia es ante todo "una actuación colectiva", agradecía su apoyo a la hinchada y decía sentirse como en casa en este país de 330.000 habitantes.
Gran despedida. Tras el último discurso, jugadores y cuerpo técnico se unieron con los miles de hinchas, repitiendo el rito que ha dejado huella en la Eurocopa: los toques de tambor, las palmadas y un rugido, "¡uh!", que se van sucediendo con mayor frecuencia hasta concluir en una explosión. EFE
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