El renunciante papa se asomó al balcón del palacio de Castel Gandolfo para saludar a las miles de personas reunidas en la plaza, en el último acto público de su pontificado.
El renunciante papa Benedicto XVI dio un sentido discurso desde uno de los balcones del palacio de Castel Gandolfo, en el último acto público de su pontificado, que concluye a las ocho de la tarde local (19.00 GMT).
"Desde las ocho de esta tarde ya no seré más el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, sino un simple peregrino que inicia la última etapa de su vida", señaló sufriendo un pequeño lapsus linguae (de idiomas) al hablar en italiano, improvisando.
El papa Ratzinger, que llegó en helicóptero a Castel Gandolfo desde el Vaticano, saludó a los miles de fieles que le esperaban delante del palacio apostólico donde se alojará en su nueva etapa como papa emérito.
"Estoy muy feliz por estar aquí entre vosotros, circundado de la naturaleza y vuestra simpatía, que agradezco, así como vuestra amistad", dijo en medio de una fuerte ovación y cánticos de "viva el papa" y "Benedicto, Benedicto".
El Obispo de Roma subrayó que este jueves, el último día de su pontificado, es "diferente a los precedentes". Asimismo, aseguró que quiere seguir trabajando, "con el corazón, con mi amor, mi plegaria y mis reflexiones, por el bien de la Iglesia y el bien común de la humanidad".
Su breve discurso fue interrumpido en varias ocasiones por los presentes, muchos de los cuales no pudieron contener la emoción y rompieron a llorar, sabedores que era el último acto público de Benedicto XVI.
EL ÚLTIMO VIAJE COMO PAPA
El papa Ratzinger llegó a Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, procedente del Vaticano a las 17.24 horas local (16.24 gmt), 17 minutos después de abandonar el pequeño estado.
Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el pequeño estado, del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo); el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato; el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece la villa, Marcello Semeraro; el director de la Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.
A su llegada, las campanas de la localidad comenzaron a repicar y los vecinos tienen previsto realizar una concentración con antorchas cuando se vaya la luz solar.
A las ocho de esta tarde, hora de Italia (19.00 gmt), concluirá un papado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando el cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido en el primer cónclave de este tercer milenio sucesor de Juan Pablo II.
Desde primeras horas del día, vecinos de pueblo y fieles venidos de toda Italia y del extranjero se dieron cita en la plaza de Castel Gandolfo, a la espera del arribo de Benedicto XVI.
EFE
Comparte esta noticia