La Virgen Desatanudos estaba en la entrada de un centro de atención médica de la comunidad donde había sido dejada el 10 de agosto pasado por Pablo Schemberger.
Una talla de la Virgen María que emanó de sus ojos un líquido rojo "como si llorara sangre" provocó un gran revuelo en los habitantes de una localidad de la provincia argentina de Santa Fe (centro del país), donde la Iglesia local pidió "cautela" a los feligreses.
"Todo el pueblo está convulsionado porque acá se vive con mucha tranquilidad, y hoy la gente de las localidades vecinas o que pasa por la ruta 34 viene para ver si es cierto", dijo este miércoles a Efe el alcalde de Salto Grande, Juan José Galassi.
La Virgen Desatanudos estaba en la entrada de un centro de atención médica de la comunidad donde había sido dejada el 10 de agosto pasado por Pablo Schemberger, del Apostolado de la Virgen María.
"El lunes por la noche, el enfermero Daniel Ledesma fue a encender una luz y vio que los ojos de la Virgen estaban rojos, como si llorara sangre", explicó Galassi.
El descubrimiento rápidamente trascendió en los habitantes de la localidad santafesina y entre 400 y 500 personas se congregaron en el centro de salud para ver a la Virgen.
"La Iglesia tomó parte a través de párroco de la localidad, David Rogani, y vamos a esperar un poco para hacer los análisis y determinar qué fue lo que emanó", aseguró Galassi.
El arzobispo de Rosario (Santa Fe), José Luis Mollahan, señaló en declaraciones a la Radio 2 de Rosario que "hay que poner cautela, porque se trata de una imagen religiosa".
El alcalde del pueblo afirmó que no tiene palabras para explicar lo que sucedió y pidió prudencia para no "generar falsas expectativas".
EFE
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