En medio de la pandemia muchas personas murieron en el país por no conseguir a tiempo un balón de oxígeno. El nuevo coronavirus llevó al colapso al sistema sanitario.
Al inicio de la pandemia en Perú, Iquitos, conocido como el pulmón del mundo, literalmente se asfixiaba ante el aumento de pacientes positivos al nuevo coronavirus y la necesidad de un balón de oxígeno para poder seguir viviendo. En Lima, por su parte, se veían largas colas de gente que madrugaba para conseguir uno de estos balones cuyo precio se había multiplicado ante la demanda.
El nuevo coronavirus genera una lesión pulmonar que hace que el paciente requiera una gran cantidad de oxígeno. A mayor lesión pulmonar, el requerimiento de oxígeno, que normalmente es de 21%, termina siendo de 100% en los pacientes que no reciben ventilador mecánico, es por ello que uno de los síntomas de este virus es la insuficiencia respiratoria. El consejero médico de RPP Noticias, doctor Elmer Huerta, afirma que este virus produce un serio daño a los pulmones: “La COVID-19 es una enfermedad que cuando se complica generalmente lo hace en los pulmones y llega a producir tanto daño a los pulmones que las personas necesita oxígeno para vivir, y el oxígeno lo necesita en alta presión y en cantidades grandes, el oxígeno representa la diferencia entre la vida y la muerte para un paciente que se recupera de COVID-19”.
LA OFERTA DEL OXÍGENO
La falta de oxígeno en los hospitales fue el escenario perfecto para que empresarios hicieran un gran negocio aumentando el precio de cada balón. La desesperación de los familiares de los pacientes COVID-19 los llevó a pagar grandes montos. Guillermo Contreras, Jefe de Cuidados Intensivos de la Clínica Ricardo Palma, dijo a RPP: “La informalidad que vimos en los reportes nos llevan a pensar si de verdad hicimos los cálculos necesarios para poder cubrir la demanda de los centros tanto privados como públicos en relación con la cantidad de oxígeno que los pacientes que llegan a nuestros centros hospitalarios van a necesitar”.
Ante el abuso por el precio en que se vendía el oxígeno, el gobierno de Martín Vizcarra emitió el decreto de urgencia Nº 093-2020, que estableció que la producción y distribución de oxígeno medicinal a los establecimientos de salud públicos y privados es de prioritaria atención sobre la producción industrial. El Presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, afirmó durante su presentación en el Congreso por el voto de confianza: “En cuanto a la provisión de oxígeno medicinal, a la fecha, se han adquirido 109.32 toneladas por día de oxígeno medicinal, con lo cual se cubre el 90% del déficit en el país hasta septiembre. Se encuentran en proceso de adquisición 116 toneladas por día de octubre a diciembre”.
En medio de esta difícil situación, aparecían personajes que daban luces de esperanza y patriotismo vendiendo los balones de oxígeno a un precio justo, sin aprovecharse de la demanda existente. Uno de ellos fue bautizado como el “Ángel del oxígeno”. José Luis Barsallo recibe en su local ubicado en el Callo a cientos de personas en búsqueda de oxígeno. Él decidió no aumentar el precio en el estado de emergencia: “Hoy en este mundo cuando haces algo correcto, es novedad. Pero yo siempre digo, no hago algo extraordinario, la empresa no hace nada extraordinario”, dijo.
OXÍGENO EN EL PERÚ DURANTE LA PANDEMIA
El mercado del oxígeno en Perú básicamente se divide en dos empresas proveedoras, Linde Praxair y Air Productos. Ambas producen oxígeno en amplias plantas. Antes de la pandemia sus ventas eran directamente para industrias distintas a la del sector salud.
Desde Linde Praxair informaron a RPP Noticias que “desde el inicio de la pandemia y antes de que la COVID-19 llegue al Perú, la empresa se preparó para afrontar lo que ya se veía en Europa y Estados Unidos. Contrató isotanques, adquirió cisternas, cilindros, tanques, entre otros equipamientos, lo que demandó una inversión no presupuestada de más de 3 millones de dólares”. También se reactivaron plantas inoperativas ante la gran demanda. “Se evaluaron las plantas que teníamos inoperativas y se tomó la decisión de reactivar dos de ellas, Pisco y Callao”.
Según voceros de Linde Praxair, su negocio está basado en lo industrial, sin embargo, por la pandemia se prioriza el sector salud: “Antes de la pandemia, el 87% de nuestra producción se destinaba a las industrias y solo un 13% al sector medicinal. Con la pandemia y mucho antes de que el Gobierno lo establezca como una obligación, tomamos la decisión de orientar el 90% de nuestra producción de oxígeno para el uso medicinal”, indicaron.
Solicitamos el testimonio de Air Products, sin embargo, hasta la publicación de esta nota no obtuvimos respuesta. En el portal web de la empresa se lee un comunicado a la opinión pública donde aseguran que Air Products Perú destina el 100% de su producción de gases medicinales al suministro de oxígeno medicinal para hospitales y centros médicos. Además, anuncian que no cuentan con equipos médicos ni cilindros disponibles para la venta al público, tampoco hacen el llenado de cilindros individuales.
Hac dos meses el Ministerio de Salud informó que se tenían identificadas 65 plantas de oxígeno a nivel nacional, de las cuales 29 iban a ser adquiridas por los Gobiernos Regionales, 14 eran donadas por la empresa privada, 6 plantas iban a ser adquiridas por el Ministerio de Salud, 13 plantas requerían mantenimiento y estaban siendo evaluadas por la Universidad Nacional de Ingeniería y 3 existían en los GORES. Los voceros del Ministerio, además ,dijeron que en el marco del Estado de Emergencia, 23 plantas entrarían en operación en el mes de agosto y 29 plantas estarán operativas en octubre.
César Chanamé, vocero de EsSalud, explicó a RPP que el sistema de oxígeno de los principales hospitales de la red de EsSalud está basado en la instalación de isotanques, compuestos por tuberías que transportan el oxígeno directamente a cada cama del paciente: “Hemos procurado tener isotanques, que abastecen a la mayoría de los hospitales principales, pero la pandemia ha obligado sobre todo a que, al momento de construirse los hospitales temporales, llamados blancos, se deban implementar. Los isotanques tienen la capacidad de producción, con lo cual hemos abastecido los hospitales, sin embargo, no es posible ponerlos en todos porque su importación es difícil, en el mercado normalmente no se venden sino se arriendan, es parte del negocio”.
Según el vocero de EsSalud, es bastante complicada la instalación de este sistema y existe aún existe un déficit en los centros de atención médica: “No todos los hospitales temporales cuentan con isotanques, hay un déficit. Nosotros usamos el 70% de oxígeno de isotanques y el 30% a través de balones. El consumo del oxígeno está adecuado a la dinámica del paciente, el país en tiempos de la pandemia estaba recibiendo alrededor de 320 toneladas de necesidad de oxígeno por día”, añadió.
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