Sedequias Ramos Valenzuela pide a las autoridades sanitarias que le practiquen una operación a su esposa lo antes posible. Él señala al Hospital de San Juan de Lurigancho y al Instituto Nacional Materno Perinatal de no brindarles una atención adecuada.
Un hombre denunció la falta de atención a su esposa, quien, indica, ha estado cerca de 24 horas con su bebé de 9 meses muerto en el vientre. Él pide que la operen lo antes posible.
Sedequias Ramos Valenzuela (31) contó, mediante una denuncia en el Rotafono de RPP, que el nacimiento de su hijo estaba programado para el 8 de marzo. Sin embargo, su esposa presentó contracciones en vísperas, por lo que la llevó al Hospital de San Juan de Lurigancho, en Canto Grande.
En ese lugar, sin embargo, le habrían dado una mala atención y le habrían ordenado sacar dos nuevas citas para el 9 y 25 de marzo.
"Mi esposa tenía cita para ayer, la revisaron y le dijeron que todo estaba bien. El doctor le mandó a sacar cita para el 9, pero mi bebé debía nacer el 8. Luego me mandaron a una ventanilla, me dieron una hoja para sacar cita en ecografía, y me dan la cita para el 25 de marzo", narró.
Al reclamar por el largo plazo, Ramos Valenzuela señala que personal del hospital le respondió que "ya nada se puede hacer, ya no saques cita, espera a que (tu esposa) tenga más contracciones para que la lleves a emergencia". Ante esta respuesta, ambos regresaron a casa y, aparentemente, en el lapso entre ayer y hoy, el bebé habría muerto.
Este sábado, Sedequias Ramos llevó a su esposa al Instituto Nacional Materno Perinatal (antigua Maternidad de Lima), donde confirmaron la muerte del feto. En este lugar han estado desde las 9 de la mañana aproximadamente a la espera de una operación.
"Me dijeron que mi bebé estaba muerto, luego me dijeron que mi esposa se siente en una silla de ruedas, ahí estuvo esperando dos horas. Después la llevaron a una camilla y ahí sigue mi esposa, no soporta los dolores", dice Ramos.
Según el denunciante, en este centro de salud le indicaron que le pondrían tres ampollas a su esposa para que expulse al feto. Él pide que la operen porque "ya no soporta los dolores", pero el personal le habría dicho que deberán esperar hasta el lunes.
"Me han dicho que en total son tres ampollas, una cada seis horas. 'Si con esas tres ampollas no expulsa el bebé muerto, le vamos a hacer una operación mañana porque el doctor de turno ya no atiende, solo hasta la 1 de la tarde; sino van a tener que esperar hasta el lunes', así me dijeron", señala Ramos.
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