Los reclusos de baja seguridad y los inmigrantes ilegales serán transferidos lo antes posible a otras instalaciones.
Una prisión federal en el sur de Texas trasladará a 2.800 presos a otros penales de la zona tras un motín ocurrido este viernes que dejó las instalaciones completamente inhabitables, informan hoy domingo medios estadounidenses.
Los presos, que se encuentran en el Centro Correccional del Condado de Willacy, tomaron el control de la prisión usando tuberías como armas, una situación que se ha prolongado durante el fin de semana, mientras los cabecillas del motín negociaban con las autoridades.
Ed Ross, portavoz de la Oficina Federal de Prisiones, declaró al diario "The New York Times" que los reclusos de baja seguridad y los inmigrantes ilegales serán transferidos lo antes posible a otras instalaciones.
"El personal continúa comunicándose con la población reclusa en un esfuerzo por recuperar el control total de la instalación, que ahora es inhabitable debido a los daños causados por los presos", informó la Oficina Federal de Prisiones en un comunicado.
Según la prensa local, varios incendios fueron provocados dentro de la cárcel, concretamente en tres de las diez unidades que la componen, por lo que muchos detenidos se han trasladado a la zona de recreación exterior mientras se buscan soluciones.
Un grupo de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) se trasladó este sábado al penal para ayudar a los oficiales de la prisión.
"Los reclusos están cooperando, y parece que están interesados en la resolución del asunto", indicó Michelle Lee, una portavoz del FBI en San Antonio, después de que en un principio las autoridades utilizaran gases lacrimógenos para recuperar el control del penal.
La prisión privada, a unos 200 kilómetros al sur de la ciudad de San Antonio, era un centro de detención de inmigrantes hasta que en 2011 se emitieron informes que indicaban prácticas abusivas, por lo que se procedió a su clausura.
Un mes más tarde se volvió a abrir solo para "Extranjeros Criminales".
El Sindicato Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) alertó en un informe del año pasado que los presos de dicha prisión vivían en condiciones de hacinamiento y el penal se encontraba saturado, aunque medios texanos apuntan hoy que el motín fue en protesta por el precario servicio médico de la cárcel.
EFE
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