Un sargento segundo del Ejército denunció con videos y conversaciones de WhatsApp el robo sistemático de combustible asignado a unidades del Pentagonito. La gasolina era sustraída por órdenes de un comandante que luego almacenaba el líquido junto a su oficina y coordinaba su venta con oficiales y suboficiales de la institución castrense.
Nueva denuncia de ‘gasolinazo’ en el Ejército peruano. Un sargento de la institución castrense denunció el robo sistemático de galones de gasolina por órdenes de un comandante para su almacenamiento dentro del Cuartel General del Ejército, el Pentagonito, y luego su comercialización irregular en el abastecimiento de vehículos privados de oficiales, suboficiales y hasta mayores.
El sargento segundo del Ejército peruano, Marco Antonio Auccatoma Felices, mostró una serie de pruebas y contó cómo fue instruido por el comandante Jimmy Grandez Sánchez para robar el combustible de las unidades de patrulla del Pentagonito, para luego almacenarla en cilindros a escasos metros de su oficina.
Según comentó Auccatoma al dominical Panorama, Grandez le hizo salir junto unos compañeros durante una noche de 2023 a la playa de estacionamiento del Pentagonito. Todos llevaron galoneras y se dirigieron a los command car para sustraer el combustible, una acción que repitieron desde entonces de 3 a 6 veces por mes.
"Él (Grandez) me daba las órdenes que tenía que hacer esto o llevar papeles a tal persona. Me daba las órdenes y yo por actos de subordinación tenía que hacer caso", sostuvo.
"Me dijo Felices así se hace este trabajo. Se agachó, con una llave llamada stilsson, una herramienta, y comenzó a abrir en el command car, una especie de almacenamiento del vehículo. Salió gasolina y bueno nosotros poníamos un tanque debajo y abría la tuerca, el perno y empezaba a salir la gasolina", señaló.
Almacenamiento y venta del combustible
Indicó también que la gasolina era almacenada en dos cilindros junto a la oficina de Grandez en el Pentagonito y que luego esta servía para abastecer los vehículos de oficiales cercanos al comandante, quienes pagaban por este combustible. El mismo Auccatoma era quien se encargaba de surtir los vehículos y recibía el dinero que luego entregaba a su comandante.
“Llevábamos los galones a la comandancia al almacén, en dos cilindros, las galoneras nosotros las depositábamos en los cilindros. Me iba al almacén tenía una herramienta para succionar la gasolina, la ponía en el cilindro. Succionaba y pasaba, del cilindro pasaba a la galonera”, sostuvo Auccatoma sobre el proceso de almacenamiento y retiro de la gasolina para ser distribuida.
“A mí (el comandante) me daba las órdenes en mi celular (…) De vez en cuando nos dejaban dinero o nos dejaba un pequeño regalo o algo para el comandante. 100 soles nos daban, pero yo asumo que ellos ya arreglaban entre ellos, o sea no me dejaban todo, me dejaban una parte y ellos ya arreglaban más adelante, por transferencia por yape”, indicó respecto del trato con quienes surtían sus vehículos.
El sargento segundo explicó que en promedio habría participado en la venta ilegal de este combustible a suboficiales, oficiales, técnicos, coroneles, comandantes, entre ellos el propio Grandez, así como sus compañeros de promoción, además de mayores, capitanes y tenientes.
Dijo que al notar que el combustible era almacenado y luego comercializado tomó consciencia de que se trataba de un acto irregular, por lo que decidió documentar todo lo que le ordenaba el comandante Grandez, mediante videos y conversaciones de WhatsApp para denunciarlo. Señaló, en ese sentido, que se encuentra decepcionado de la vida militar, pero que aún tiene la esperanza de poder licenciarse.
“Quiero licenciarme del Ejército, pero también quiero denunciar estos actos. Prácticamente yo estoy decepcionado de la vida militar”, sostuvo.
Ejército anuncia investigación
Al respecto, el director de informaciones de la Comandancia General del Ejército, general Fernando Uribe, expresó el rechazo de la institución a todo tipo de acto de corrupción y anunció que tomarán medidas drásticas contra quienes incurran en estas prácticas. Precisó que ya se dispuso una investigación sobre este caso y que se separó al comandante Jimmy Grandez, mientras duran las investigaciones.
“Se ha dispuesto ayer una investigación exhaustiva a través del sistema de Inspectoría del Ejército, a fin de determinar a los responsables, quienes serán sancionados de acuerdo con el régimen disciplinarios de las FFAA, y de ser el caso poner en conocimiento de la fiscalía correspondiente”, dijo al dominical Panorama.
“Asimismo, es necesario mencionar que el comandante de batallón ya no labora en dicha dependencia. Él se encuentra en otro centro de labores y desde ayer también ha sido puesto a disposición mientras duren las investigaciones correspondientes”, añadió.
Sostuvo también que al sargento segundo Marco Antonio Auccatoma Felices no le sucederá nada y que su testimonio servirá para poder establecer las responsabilidades del caso. Incluso lo consideró como “una pieza clave” para determinar cuan graves son estos hechos; sin embargo, dejó en claro que este tipo de casos “son hechos aislados” y que no es normal que se almacene combustible dentro de las dependencias del Ejército peruano.
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