Policías asesinados en el Rímac recibieron honras fúnebres

Los cuerpos de Yoeen Sánchez Anaya y Gustavo Romero Zevallos, los valerosos policías que fueron asesinados por varios disparos de 'marcas' el pasado miércoles en Rímac, fueron enterrados este viernes en el cementerio de la policía Santa Rosa en Chorrillos. Ambos se realizó la ceremonia de ascenso póstumo al grado superior inmediato.

La ceremonia de honras fúnebres fue dirigida por el general de la policía Vicente Romero además del jefe de la Región Policial Lima, el general César Gentille. Al lugar llegaron familiares y colegas de los efectivos policías.

Las víctimas

Yoeen Sánchez Anaya, de 22 años, recién iniciaba una larga carrera que lo apasionaba sin medir las consecuencias. Él será ascendido a suboficial de segunda

Gustavo Romero Zevallos, de 43 años, perteneció a Dinoes. Romero, que tenía una implacable carrera policial de 23 años, deja en la orfandad a seis hijos. Será ascendido brigadier.

Hora fatal

Todo comenzó cuando el último miércoles un grupo de marcas a bordo de un lujoso Audi interceptó a un hombre que salía de una agencia bancaria en el Rímac, arrebatándole una fuerte suma de dinero.

En el lugar se produjo un enfrentamiento con efectivos policiales que estaban a bordo de un patrullero, dejando dos efectivos heridos de gravedad que, a la postre, fallecieron cuando fueron de inmediato al Hospital Augusto B. Leguía. Ellos fueron identificados como el SOT1 PNP Gustavo Romero Zevallos y el SO3 Yoshen Sánchez Anaya. Otro efectivo (SOS Fernando Garro Muñoz) resultó herido tras recibir un disparo en la cadera.

Cadena perpetua

El ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, aseguró que, según la nueva normatividad, los asesinos de policías cometen homicidio agravado y por eso les corresponde como sanción la cadena perpetua.