El lagrimeo en mascotas no siempre es motivo de alarma, pero podría ser una señal de alergias, infecciones o incluso enfermedades graves. Angelo Centeno, médico veterinario conocido como 'Dr. Blue', explica qué observar y cómo cuidar la salud ocular de tu mascota.
Es muy común —y totalmente comprensible— que muchos dueños de mascotas se alarmen al ver que su perro o gato tiene los ojos llenos de lágrimas. Aunque podría parecer que están tristes o llorando como las personas, lo cierto es que el lagrimeo en los animales responde a otras causas y no siempre indica un problema de salud.
Para el médico veterinario Anghelo Centeno, lo primero que hay que saber es que no siempre se trata de un problema. En muchos casos, se trata de un mecanismo natural del cuerpo para mantener los ojos hidratados y protegidos. La clave está en observar si el lagrimeo es constante, ya que eso sí podría requerir una evaluación veterinaria.
Causas comunes del lagrimeo en perros y gatos
Estos son, algunos de los factores que podrían estar causando esa reacción en los ojos de nuestras mascotas:
- Lubricación natural: Es la más común y no requiere tratamiento
- Alergias: Al polvo, polen, alimentos o productos de limpieza
- Cuerpos extraños: Pelusas, tierra, pestañas o insectos pueden irritar el ojo
- Infecciones oculares: Como la conjuntivitis, que suele generar enrojecimiento y secreción espesa
- Obstrucción del conducto lagrimal: Hace que las lágrimas no drenen bien y se acumulen
- Lesiones: Golpes o arañazos, sobre todo si el animal convive con otros
- Problemas anatómicos: Algunas razas como los pugs o los persas tienen ojos más propensos al lagrimeo
- Enfermedades más serias: Como el glaucoma o úlceras corneales, que requieren atención urgente
¿Cuándo acudir al veterinario?
El médico veterinario señala que hay signos que no deben pasarse por alto. Si las lágrimas tienen olor, color amarillento o verdoso, o están acompañadas de inflamación, picazón o parpadeo constante, es probable que haya una infección o un problema más serio. En esos casos, lo mejor es acudir al veterinario lo antes posible.
Centeno, también conocido como Dr. Blue, indica que no se trata de alarmarse por cualquier lágrima, pero sí de prestar mucha atención a los cambios que este puede presentar. A su vez, añade: "Muchas veces esperamos y luego se complica. Un diagnóstico temprano podría ayudar a prevenir un problema más complicado”.
Aunque muchas veces el lagrimeo es algo pasajero, los ojos de nuestras mascotas también hablan. Estar atentos y alerta a su comportamiento, revisar sus ojos con frecuencia y no automedicarlos son pasos clave para mantenerlos sanos. Y ante cualquier duda, la mejor decisión siempre será consultar con un especialista.
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