Alan García decidió suicidarse el pasado miércoles 17 de abril. Salvador Allende de Chile (1973); Getúlio Vargas de Brasil (1954) y Germán Busch de Bolivia (1939) tuvieron también un desenlace trágico.
El expresidente del Perú y líder aprista, Alan García, ahora forma parte de una lista de gobernantes en la historia que, por diversas razones, optaron por terminar con su vida.
En Latinoamérica, el caso más conocido es el del expresidente Salvador Allende. Su gobierno en Chile se vio interrumpido la mañana del 11 de setiembre de 1973 cuando el golpe militar de Augusto Pinochet marcó su final.
Aquel día, mientras se encontraba en el Palacio de la Moneda, el mandatario socialista se disparó con un fusil AK-47 que le había regalado el líder cubano Fidel Castro. Mientras era bombardeado, Allende hablaba al pueblo desde radio Magallanes.
“Esta será seguramente la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes… ante estos hechos solo me cabe decir a los trabajadores yo no voy a denunciar… pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”, fueron sus últimas palabras.
En Brasil, Getúlio Vargas, quien fue cuatro veces presidente, conmocionó a su país al dispararse en el pecho el 24 de agosto de 1954, por razones aún desconocidas. Apodado ‘El padre de los pobres’ era considerado uno de los políticos más influyentes en la historia brasileña.
En 1982, República Dominicana fue testigo de cómo Antonio Guzmán, muy popular por sus políticas públicas, se suicidó faltando 43 días para finalizar su mandato. Algunos aseguran que Guzmán se mató por la traición de sus más íntimos colaboradores y amigos.
En Bolivia, el expresidente Germán Busch Becerra, quien gobernó entre 1937 y 1939, acabó con su vida al dispararse en la cabeza una bala calibre 32, en medio de exigencias de renuncia tras una severa crisis política.
Pero Europa y Asia no quedan exentas de estas fatalidades. El exdirigente y alto militar croata Slobodan Praljak bebió veneno frente a los jueces de la Corte de La Haya luego de ser condenado a 20 años de prisión por crímenes de lesa humanidad. Siempre clamó su inocencia.
El ex presidente de Corea del Sur en el período 2003 - 2008, Roh Moo-Hyun, acorralado por múltiples denuncias de corrupción, tuvo un trágico final al arrojarse desde un barranco.


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