Más de 2.000 casas quedaron reducidas a cenizas y alrededor de 80.000 km2 se incendiaron en todo el país. Investigadores de la Universidad de Sidney han calculado que 1.000 millones de animales murieron en los incendios.
"¡Váyanse ya mismo!" Las autoridades australianas, al igual que la semana pasada, instan a algunos habitantes a evacuar al acercarse una ola de calor que podría atizar aún más los dramáticos incendios forestales que asolan vastas zonas en el sur y el este del país. El gobierno de Victoria, entre otras cosas, pidió a algunas poblaciones del este que abandonen sus hogares antes del aumento de las temperaturas el miércoles, mientras que en Australia meridional, muchos habitantes de pequeñas aldeas de la Isla Canguro, al sur de Adelaida, fueron llevados a un lugar seguro.
"¡Váyanse! ¡Váyanse ya!", declaró la ministra de la Policía de Victoria, Lisa Neville, dirigiéndose a la población de las zonas de riesgo. "Todas las advertencias que hemos lanzado tienen un solo propósito, salvar vidas".
Australia se enfrenta cada primavera a incendios forestales, pero este año han sido mucho más tempranos y virulentos, debido, entre otras cosas, a condiciones más favorables a las llamas provocadas por el calentamiento global. Las autoridades confirmaron el miércoles la muerte de un cuarto bombero, elevando a 26 el número de víctimas fatales desde el comienzo de la crisis en septiembre.
Mil millones de animales muertos
Más de 2.000 casas quedaron reducidas a cenizas y alrededor de 80.000 km2 se incendiaron en todo el país, una superficie equivalente a Irlanda. Investigadores de la Universidad de Sidney han calculado que 1.000 millones de animales muerieron en los incendios en todo el país. Esta cifra incluye mamíferos, aves y reptiles, pero no insectos o invertebrados. La semana pasada, la misma universidad estimó que 480 millones de animales murieron desde septiembre solamente en el estado de Nueva Gales del Sur.
Los humos emitidos se detectaron hasta Argentina y Brasil, a más de 12.000 km del otro lado del Pacífico, según las agencias meteorológicas de estos países. A pesar de un tiempo más frío y de las precipitaciones en algunas partes del este de Australia, decenas de incendios siguen fuera de control, mientras se espera una nueva ola de calor. 2019 ha sido el año más caluroso y seco desde el inicio de las mediciones. El 18 de diciembre fue el día más caluroso de la historia, con una media nacional de temperaturas máximas de 41,9°C.
Sin precedentes en su magnitud, incluso en una isla continental acostumbrada a los incendios, esta crisis marca considerablemente la opinión internacional. Atletas y celebridades se movilizan para ayudar a Australia, mientras que muchos gobiernos ofrecen su ayuda.
(Con información de AFP)
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