El papa rezó durante unos minutos ante el ataúd, una vez concluida la ceremonia de beatificación de Karol Wojtyla. Después lo hicieron el centenar de cardenales.
El papa Benedicto XVI veneró hoy los restos del beato Juan Pablo II, que se guardan en el féretro en el que fue enterrado en 2005 y que fue colocado ante el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro.
El papa rezó durante unos minutos ante el ataúd, una vez concluida la ceremonia de beatificación de Karol Wojtyla. Después lo hicieron el centenar de cardenales que concelebraron con el pontífice.
Todos besaron el ataúd, que el pasado día 29 fue sacado de la tumba que ocupaba en las Grutas Vaticanas y será colocado en los próximos días en una capilla del templo vaticano.
Hasta ahora, Wojtyla descansaba en una tumba a pocos pasos del sepulcro de San Pedro.
Tras los cardenales pasaron a venerar los restos del anterior pontífice las delegaciones oficiales de los países asistentes, después será el turno de los discapacitados y del público en general.
La basílica de San Pedro estará abierta mientras que dure el flujo de fieles, para permitir que los cientos de miles que se esperan puedan rezar ante el primer papa polaco de la historia.
Una vez concluida las celebraciones, el féretro será trasladado a una capilla del templo vaticano, para permitir una mayor afluencia de fieles en el futuro.
El féretro será colocado en el nuevo lugar en la tarde noche del día 2 de mayo.
Dicha capilla es la de San Sebastián, situada entre la que acoge a la "Piedad", de Miguel Angel, y la Capilla del Santísimo.
EFE
Comparte esta noticia