El primer ministro italiano iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos decidieron tenerlo aún en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones.
El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, permanecerá ingresado en el hospital San Raffaele de Milán por precaución tras la agresión sufrida ayer al término de un mitin en la Plaza del Duomo, según el último boletín médico.
El primer ministro iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos han decidido tenerle aún en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones, informó el doctor Alberto Zangrillo, que leyó el parte médico.
"Mañana decidiremos, pero no es seguro que le demos el alta. Las consecuencias son más graves de lo que habíamos pensado ayer, por lo que no se espera el alta antes de 24 ó 36 horas", añadió Zangrillo, en respuesta a las preguntas de los medios de comunicación.
Zangrillo, jefe del departamento de Reanimación y Terapia intensiva, precisó que "los signos vitales se mantienen estables y en la norma y la TAC que se le ha realizado ha mostrado la fractura del tabique nasal y de dos dientes de la arcada superior".
Asimismo, Berlusconi, según el parte médico, "ha registrado una disminución del valor del hematócrito, debido a la sangre que perdió tras el trauma", medio litro según el médico, y "se está sometiendo a una terapia con antibióticos y analgésicos".
Berlusconi se ha levantado con dolor de cabeza y molestias en las heridas de la cara y Zangrillo explicó "que se nutre con dificultad".
El primer ministro presenta una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, además de la rotura de dos dientes y la fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.
Según el portavoz de Berlusconi, Paolo Bonaiuti, el presidente del Gobierno había pasado una noche tranquila y cuando se despertó pidió que le llevaran los periódicos.
El presidente del Senado, Renato Schifani, explicó hoy tras visitar al presidente del Gobierno en el hospital, que "más allá del dolor físico, lo que hace sufrir a Berlusconi es el odio político que se ha transformado en una agresión".
Durante la mañana, Berlusconi ha recibido la visita de numerosos políticos, entre ellos el presidente de la Cámara de los diputados, Gianfranco Fini y también de Pierluigi Bersani, líder del Partido Demócrata (PD) principal partido de la oposición.
Berlusconi resultó herido después de que Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que está sometido a tratamiento desde hace diez años por problemas mentales y sin antecedentes penales, le arrojase una estatuilla que representaba en miniatura la Catedral de Milán.
Tartaglia fue inmediatamente arrestado y sobre él recae la acusación de lesión agravada. EFE
El primer ministro iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos han decidido tenerle aún en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones, informó el doctor Alberto Zangrillo, que leyó el parte médico.
"Mañana decidiremos, pero no es seguro que le demos el alta. Las consecuencias son más graves de lo que habíamos pensado ayer, por lo que no se espera el alta antes de 24 ó 36 horas", añadió Zangrillo, en respuesta a las preguntas de los medios de comunicación.
Zangrillo, jefe del departamento de Reanimación y Terapia intensiva, precisó que "los signos vitales se mantienen estables y en la norma y la TAC que se le ha realizado ha mostrado la fractura del tabique nasal y de dos dientes de la arcada superior".
Asimismo, Berlusconi, según el parte médico, "ha registrado una disminución del valor del hematócrito, debido a la sangre que perdió tras el trauma", medio litro según el médico, y "se está sometiendo a una terapia con antibióticos y analgésicos".
Berlusconi se ha levantado con dolor de cabeza y molestias en las heridas de la cara y Zangrillo explicó "que se nutre con dificultad".
El primer ministro presenta una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, además de la rotura de dos dientes y la fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.
Según el portavoz de Berlusconi, Paolo Bonaiuti, el presidente del Gobierno había pasado una noche tranquila y cuando se despertó pidió que le llevaran los periódicos.
El presidente del Senado, Renato Schifani, explicó hoy tras visitar al presidente del Gobierno en el hospital, que "más allá del dolor físico, lo que hace sufrir a Berlusconi es el odio político que se ha transformado en una agresión".
Durante la mañana, Berlusconi ha recibido la visita de numerosos políticos, entre ellos el presidente de la Cámara de los diputados, Gianfranco Fini y también de Pierluigi Bersani, líder del Partido Demócrata (PD) principal partido de la oposición.
Berlusconi resultó herido después de que Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que está sometido a tratamiento desde hace diez años por problemas mentales y sin antecedentes penales, le arrojase una estatuilla que representaba en miniatura la Catedral de Milán.
Tartaglia fue inmediatamente arrestado y sobre él recae la acusación de lesión agravada. EFE
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