Médicos que atienden al primer ministro italiano informaron que perdió cerca de medio litro de sangre, tiene el labio partido, dolores de cabeza y no tiene ánimos ni para comer.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, además de haber perdido cerca de medio litro de sangre, tiene dos dientes rotos, el labio partido, la nariz fracturada, dolores de cabeza y no tiene ánimos ni para comer.
Según da cuenta El País de España, el polémico funcionario se encuentra más grave de lo que se pensaba inicialmente, tras ser agredido durante un mitin el último domingo por parte de Massimo Tartaglia, quien lleva 10 años de tratamiento psiquiátrico.
"Decidiremos mañana si le damos el alta, pero no está claro que se la vayamos a dar. Las consecuencias son más graves de lo que pensábamos ayer, por lo que en las próximas 24-36 horas lo tendremos en observación", señaló Alberto Zangrillo, uno de los médicos que atienden a Berlusconi.
De otro lado, Tartaglia prestó anoche declaración durante cuatro horas ante el fiscal y miembros de la policía.
Explicó que es absolutamente contrario a la política de Gobierno y, especialmente de Berlusconi. Contó que al oir a este último, se sintió "irritado" y al oír los gritos de la gente decidió lanzarle al jefe de Ejecutivo italiano una reproducción de la catedral de Milán que poco antes había comprado en un puesto callejero.
"Los agentes están investigando si el ataque de Tartaglia contra "Il Cavaliere" no ha sido premeditado. Sobre todo, dado que en la pequeña bolsa que él agresor llevaba consigo había un abultado encendedor de mesa, un objeto decorativo de cuarzo muy pesado, un afilado trozo de plexiglás de 20 centímetros de largo y un crucifijo de 30 centímetros", refiere el medio español.
Según da cuenta El País de España, el polémico funcionario se encuentra más grave de lo que se pensaba inicialmente, tras ser agredido durante un mitin el último domingo por parte de Massimo Tartaglia, quien lleva 10 años de tratamiento psiquiátrico.
"Decidiremos mañana si le damos el alta, pero no está claro que se la vayamos a dar. Las consecuencias son más graves de lo que pensábamos ayer, por lo que en las próximas 24-36 horas lo tendremos en observación", señaló Alberto Zangrillo, uno de los médicos que atienden a Berlusconi.
De otro lado, Tartaglia prestó anoche declaración durante cuatro horas ante el fiscal y miembros de la policía.
Explicó que es absolutamente contrario a la política de Gobierno y, especialmente de Berlusconi. Contó que al oir a este último, se sintió "irritado" y al oír los gritos de la gente decidió lanzarle al jefe de Ejecutivo italiano una reproducción de la catedral de Milán que poco antes había comprado en un puesto callejero.
"Los agentes están investigando si el ataque de Tartaglia contra "Il Cavaliere" no ha sido premeditado. Sobre todo, dado que en la pequeña bolsa que él agresor llevaba consigo había un abultado encendedor de mesa, un objeto decorativo de cuarzo muy pesado, un afilado trozo de plexiglás de 20 centímetros de largo y un crucifijo de 30 centímetros", refiere el medio español.
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