El centro histórico de L"Aquila (Los Abruzos), continúan registrándose réplicas del terremoto ocurrido el lunes, el cual alcanzó una magnitud de 5,8 grados en la escala de Richter.
La bóveda románica de la Basílica de Santa María di Collemaggio en L"Aquila se derrumbó sobre el lugar donde se encuentra la tumba que custodia los restos del papa Celestino V, como consecuencia del terremoto del pasado lunes y sus réplicas.
Las reliquias del Papa, que renunció a su cargo, se salvaron del terremoto de 1703 cuando el techo construido en 1287 aguantó los temblores, pero el seísmo del lunes y sus continuas réplicas han hecho precipitar la bóveda de la iglesia románica.
La Basílica se convirtió en un importante centro de peregrinación religiosa en 1294 cuando Pietro del Morrone, un eremita de las montañas de los Apeninos, fue nombrado papa con el nombre de Celestino V, fundador de la orden de los Celestinos y canonizado en 1303.
El ambiente fuertemente jerarquizado del Vaticano y las presiones de la época le decidieron a renunciar al papado.
El centro histórico de L"Aquila, capital de la región de Los Abruzos, donde se registran continuas réplicas se ha visto dañado por el terremoto del lunes que alcanzó una magnitud de 5,8 grados en la escala de Richter.
El Duomo (catedral) que da su nombre a la plaza central de la ciudad y que se mantuvo en pie en seísmos anteriores, ha sucumbido esta vez al terremoto y el edificio del siglo XIX ha sufrido graves daños y se encuentra parcialmente derrumbado.
La iglesia de las Almas Santas, considerada obra maestra del siglo XVIII ha sufrido derrumbamientos y la cúpula, realizada por Giuseppe Valadier, está completamente destrozada.
Además su abadesa murió en el terremoto.
Las obras que datan de la dominación española en la ciudad -que fue parte del Reino de Nápoles de 1527 a 1738- han sido asimismo parcialmente destruidos por el sismo.
Parte de la Puerta de Nápoles, construida en 1548 en honor de Carlos V, se ha caído, mientras que la Fortaleza Española, un imponente castillo en la parte más alta de la ciudad y diseñada por el arquitecto valenciano Pirro Luis Scrivá, ha registrado ingentes derrumbamientos en el tercer piso.
Se han venido también abajo la cúpula de San Agustín, una de las iglesias más importantes del barroco en Los Abruzos, al igual que el campanario de la iglesia de San Bernardino, que databa de 1525.
EFE
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