Más de ocho millones de chilenos están convocados a las urnas para elegir al presidente del país que sucederá a Michelle Bachelet durante los próximos cuatro años.
Los chilenos reflexionan hoy en un ambiente de calma su voto para las elecciones presidenciales y parlamentarias de mañana, con la idea predominante de que será necesaria una segunda vuelta.
Un total de 8.285.186 chilenos están convocados a las urnas para elegir al presidente del país que sucederá a la socialista Michelle Bachelet durante los próximos cuatro años, renovar la mitad del Senado, de 38 miembros, y la totalidad de la Cámara de Diputados, de 120 asientos.
El ministro chileno del Interior, Edmundo Pérez Yoma, inspeccionó hoy los locales de votación de la capital, acompañado por el general de Carabineros (Policía militarizada) Alejandro Martínez.
El ministro destacó que los preparativos para mañana se están llevando a cabo con "normalidad", y recordó que Chile tiene "una gran tradición de organizar bien sus elecciones y ésta no será la excepción".
Los cuatro candidatos que compiten en los comicios son el ex presidente democristiano y representante oficialista Eduardo Frei, el opositor derechista Sebastián Piñera, el independiente Marco Enríquez-Ominami y el aspirante de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate.
Los últimos sondeos sitúan a Piñera, máximo accionista de la aerolínea LAN, como principal favorito, aunque es poco probable que obtenga la mayoría absoluta, por lo que deberá concurrir a una segunda vuelta el próximo 17 de enero.
En ese caso, su más probable contendiente, siempre según las encuestas, es el oficialista Frei, aunque también se prevé que el ex diputado socialista Enríquez-Ominami arañe un número importante de votos.
En cuanto a los comicios en el Parlamento, las encuestas y los analistas coinciden en que, salvo leves variaciones, continuará el equilibrio que mantienen desde 1990 el oficialismo y la derecha y la gran novedad sería el regreso del Partido Comunista al Poder Legislativo, del que está ausente desde 1973.
El director del Servicio Electoral de Chile, Juan Ignacio García, llamó hoy a los ciudadanos a ejercer su voto con "tranquilidad", y aseguró que están preparados "para recibir a la ciudadanía cualquiera sea la magnitud de la votación, en el tiempo que se requiera".
Las autoridades recordaron, además, que el único documento necesario para poder votar es la cédula de identidad, aunque haya vencido, y que las personas discapacitadas podrán votar acompañadas por alguien en la urna secreta.
Los centros de votación abrirán sus puertas a partir de las 07.00 hora local (10.00 GMT) y, por ley deben permanecer abiertos nueve horas.
En la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, más de 16.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones velarán por la seguridad en los 388 locales de votación repartidos por los 16 distritos de la región.
Para mañana se esperan en Santiago temperaturas de hasta 32 grados centígrados, por lo que las autoridades recomendaron a la ciudadanía concurrir a los centros de votación con ropa ligera y llevar agua para soportar el calor.
En las horas previas a la cita electoral, el candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, disputó un partido de fútbol con miembros de su comando en el sector oriente de Santiago.
El empresario dijo estar "tranquilo" y con "mucha confianza", y pese a no dar cifras auguró "un gran triunfo del cambio, del futuro y la esperanza".
Piñera hace referencia a que su posible victoria, bien sea en primera o segunda vuelta, pondría fin a 20 años de Gobiernos consecutivos de La Concertación, la coalición de partidos de centro-izquierda que han estado en el poder tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El ex presidente Eduardo Frei, entre tanto, viajará hoy a Osorno, a 942 kilómetros al sur de la capital chilena, donde mañana votará en la circunscripción de La Unión, en la sureña región de Los Lagos.
Por su parte, Enríquez-Ominami tapó simbólicamente un cartel de propaganda electoral en su comando con un lienzo en el que se podía leer "Vuelvo el lunes", en alusión a un eventual pase a la segunda vuelta.
El ex diputado socialista aseguró que nota al resto de contendientes "muy nerviosos" y dijo que la suya es la única candidatura progresista capaz de derrotar a Piñera en el balotaje.
Finalmente, Arrate acudió al aeropuerto internacional de Santiago para recoger a su hija y sus nietos, quienes lo acompañarán a lo largo de la jornada electoral.
Arrate indicó que no ha renunciado a pasar a la segunda vuelta pese a lo que dicen los sondeos, y mostró su satisfacción ante la oportunidad de que los comunistas puedan "tener parlamentarios por primera vez en 20 años".
-EFE-
Un total de 8.285.186 chilenos están convocados a las urnas para elegir al presidente del país que sucederá a la socialista Michelle Bachelet durante los próximos cuatro años, renovar la mitad del Senado, de 38 miembros, y la totalidad de la Cámara de Diputados, de 120 asientos.
El ministro chileno del Interior, Edmundo Pérez Yoma, inspeccionó hoy los locales de votación de la capital, acompañado por el general de Carabineros (Policía militarizada) Alejandro Martínez.
El ministro destacó que los preparativos para mañana se están llevando a cabo con "normalidad", y recordó que Chile tiene "una gran tradición de organizar bien sus elecciones y ésta no será la excepción".
Los cuatro candidatos que compiten en los comicios son el ex presidente democristiano y representante oficialista Eduardo Frei, el opositor derechista Sebastián Piñera, el independiente Marco Enríquez-Ominami y el aspirante de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate.
Los últimos sondeos sitúan a Piñera, máximo accionista de la aerolínea LAN, como principal favorito, aunque es poco probable que obtenga la mayoría absoluta, por lo que deberá concurrir a una segunda vuelta el próximo 17 de enero.
En ese caso, su más probable contendiente, siempre según las encuestas, es el oficialista Frei, aunque también se prevé que el ex diputado socialista Enríquez-Ominami arañe un número importante de votos.
En cuanto a los comicios en el Parlamento, las encuestas y los analistas coinciden en que, salvo leves variaciones, continuará el equilibrio que mantienen desde 1990 el oficialismo y la derecha y la gran novedad sería el regreso del Partido Comunista al Poder Legislativo, del que está ausente desde 1973.
El director del Servicio Electoral de Chile, Juan Ignacio García, llamó hoy a los ciudadanos a ejercer su voto con "tranquilidad", y aseguró que están preparados "para recibir a la ciudadanía cualquiera sea la magnitud de la votación, en el tiempo que se requiera".
Las autoridades recordaron, además, que el único documento necesario para poder votar es la cédula de identidad, aunque haya vencido, y que las personas discapacitadas podrán votar acompañadas por alguien en la urna secreta.
Los centros de votación abrirán sus puertas a partir de las 07.00 hora local (10.00 GMT) y, por ley deben permanecer abiertos nueve horas.
En la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, más de 16.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones velarán por la seguridad en los 388 locales de votación repartidos por los 16 distritos de la región.
Para mañana se esperan en Santiago temperaturas de hasta 32 grados centígrados, por lo que las autoridades recomendaron a la ciudadanía concurrir a los centros de votación con ropa ligera y llevar agua para soportar el calor.
En las horas previas a la cita electoral, el candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, disputó un partido de fútbol con miembros de su comando en el sector oriente de Santiago.
El empresario dijo estar "tranquilo" y con "mucha confianza", y pese a no dar cifras auguró "un gran triunfo del cambio, del futuro y la esperanza".
Piñera hace referencia a que su posible victoria, bien sea en primera o segunda vuelta, pondría fin a 20 años de Gobiernos consecutivos de La Concertación, la coalición de partidos de centro-izquierda que han estado en el poder tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El ex presidente Eduardo Frei, entre tanto, viajará hoy a Osorno, a 942 kilómetros al sur de la capital chilena, donde mañana votará en la circunscripción de La Unión, en la sureña región de Los Lagos.
Por su parte, Enríquez-Ominami tapó simbólicamente un cartel de propaganda electoral en su comando con un lienzo en el que se podía leer "Vuelvo el lunes", en alusión a un eventual pase a la segunda vuelta.
El ex diputado socialista aseguró que nota al resto de contendientes "muy nerviosos" y dijo que la suya es la única candidatura progresista capaz de derrotar a Piñera en el balotaje.
Finalmente, Arrate acudió al aeropuerto internacional de Santiago para recoger a su hija y sus nietos, quienes lo acompañarán a lo largo de la jornada electoral.
Arrate indicó que no ha renunciado a pasar a la segunda vuelta pese a lo que dicen los sondeos, y mostró su satisfacción ante la oportunidad de que los comunistas puedan "tener parlamentarios por primera vez en 20 años".
-EFE-
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