Fang Jiantang (26) fue arrestado pocas horas después del suceso, confesando que utilizó un cuchillo de 60 centímetros para perpetrar el ataque.
La policía china detuvo al hombre que supuestamente mató tres niños, el pasado martes, en una guardería de la ciudad de Zibo, en la provincia de Shandong, informó la prensa local.
Según un comunicado del gobierno de dicha provincia y recogido por la prensa, Fang Jiantang, de 26 años de edad, fue arrestado pocas horas después del suceso y confesó que utilizó un cuchillo de 60 centímetros para perpetrar el ataque.
El Centro de Información de Derechos Humanos de China aseguró ayer que uno de los maestros de la guardería había muerto en el ataque, sin embargo la prensa local afirma que el profesor, junto a otro compañero, se encuentra en el hospital en estado crítico.
La cadena de ataques a niños en centros educativos chinos en primavera en los que murieron una veintena de personas -la mayoría niños- y 70 resultaron heridas, causó gran alarma en el país y debates en torno a las razones sociales que podrían estar detrás de estas agresiones.
Expertos chinos se preguntan si éstos sucesos tienen su origen en los problemas sociales que el rápido crecimiento económico del país ha producido en 30 años, como la creciente diferencia entre ricos y pobres o la falta de atención psicológica a quienes la necesita.
Varios de los agresores de los últimos meses habían dejado sus trabajos o sus parejas por depresión, aunque ésta nunca les fue diagnosticada ya que no pudieron acudir a especialistas.
EFE
Según un comunicado del gobierno de dicha provincia y recogido por la prensa, Fang Jiantang, de 26 años de edad, fue arrestado pocas horas después del suceso y confesó que utilizó un cuchillo de 60 centímetros para perpetrar el ataque.
El Centro de Información de Derechos Humanos de China aseguró ayer que uno de los maestros de la guardería había muerto en el ataque, sin embargo la prensa local afirma que el profesor, junto a otro compañero, se encuentra en el hospital en estado crítico.
La cadena de ataques a niños en centros educativos chinos en primavera en los que murieron una veintena de personas -la mayoría niños- y 70 resultaron heridas, causó gran alarma en el país y debates en torno a las razones sociales que podrían estar detrás de estas agresiones.
Expertos chinos se preguntan si éstos sucesos tienen su origen en los problemas sociales que el rápido crecimiento económico del país ha producido en 30 años, como la creciente diferencia entre ricos y pobres o la falta de atención psicológica a quienes la necesita.
Varios de los agresores de los últimos meses habían dejado sus trabajos o sus parejas por depresión, aunque ésta nunca les fue diagnosticada ya que no pudieron acudir a especialistas.
EFE
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