Diego Lagomarsino fue quien le proporcionó la pistola con la que finalmente acabó con su vida. El colaborador dijo que Nisman le aseguró que no pretendía usar el arma.
El fallecido fiscal argentino Alberto Nisman había asegurado que no iba a usar la pistola que acabó con su vida, según dijo hoy su colaborador Diego Lagomarsino, el hombre que se la prestó y que es por ahora el único imputado en este caso que ha conmocionado a Argentina.
"No te preocupes porque no la voy a usar", le dijo Nisman a Lagomarsino cuando le recibió en su domicilio el 17 de enero, un día antes de su muerte, que se produjo por un disparo en la sien y ha sido catalogada por la justicia como "dudosa".
Así lo relató Lagomarsino en su primera comparecencia pública desde la muerte del fiscal, quien había denunciado a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y algunos de sus colaboradores por presunto encubrimiento de los iraníes que supuestamente perpetraron un atentado antijudío en Buenos Aires en 1994.
Lagomarsino, que trabajaba como técnico informático para la fiscalía de Nisman, estuvo acompañado por su abogado Maximiliano Rusconi, que anunció que pedirán que se cite a declarar a "todo aquel que aparezca en los medios diciendo que tiene información".
"Vamos a pedir que declare la presidenta, aunque puede acogerse a la declaración por escrito", apuntó el abogado.
Según la versión de Lagomarsino, cuando el fiscal le llamó el sábado 17 y le citó en su casa para pedirle que le llevara un arma, le encontró trabajando con documentación que Lagomarsino supone relativa a la denuncia presentada tres días antes contra la presidenta por presunto encubrimiento terrorista.
Pálido y visiblemente afectado, explicó que Nisman le dijo que quería el arma porque temía por sus hijas y que no confiaba ya "ni siquiera en la custodia".
"Se quiebra y dice ¿vos sabes lo que es que tus hijas no quieran estar con vos por miedo a que les pase algo?", señaló Lagomarsino, quien detalló también que no había comparecido antes en público porque la fiscal del caso, Vivana Fein, se lo había pedido.
Lagomarsino le advirtió a Nisman que el arma era vieja y fallaba, pero Nisman le aseguró que era "para llevar en la guantera" de su coche por si venía algún "loquito" y le atacaba por "traidor" y le adelantó que pensaba comprar una nueva durante la semana siguiente.
EFE
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