El presidente de Brasil ha pedido que el fútbol retorne en algunos clubes tras indicar que como “los futbolistas son jóvenes y atléticos, el riesgo de muerte si contraen el virus se reduce infinitamente”. Las declaraciones del mandatario han sido duramente criticadas.
El balón ya no rueda en el país del 'rey' Pelé. Brasil, severamente golpeado por la pandemia del nuevo coronavirus, suspendió sus campeonatos de fútbol en marzo, pero algunos clubes, y el presidente Jair Bolsonaro, piden que se reanude, generando un aluvión de críticas.
"Como los futbolistas son jóvenes y atléticos, el riesgo de muerte si contraen el virus se reduce infinitamente", dijo recientemente el mandatario durante una entrevista con Radio Guaiba. En marzo, Bolsonaro ya había dicho que solo sentiría un "pequeño resfriado" en caso de contraer el virus, gracias a su "pasado atlético".
"No es sorprendente ver a Bolsonaro defender la reanudación [del campeonato]. Siempre ha abogado por el desconfinamiento, ¿por qué sería diferente con el fútbol?", explica a la AFP Mauro Cézar Pereira, comentarista del canal ESPN Brasil.
Ese discurso contra la cuarentena en nombre de la preservación de la economía y la minimización permanente de una pandemia, cuyo número de muertos en Brasil continúa aumentando sin freno, desató la ira de Rai, director deportivo del Sao Paulo e ídolo del París Saint-Germain, quien pidió la renuncia de Bolsonaro en una entrevista con el sitio Globoesporte.
Pero como el propio presidente brasileño reconoció, a diferencia de Francia, donde el gobierno ordenó interrumpir definitivamente la temporada, la decisión de una posible reanudación no depende de él. Debe estar avalada por los estados y municipios, responsables de las medidas de cuarentena, y por las federaciones locales.
Cuando las competiciones se suspendieron a mediados de marzo, los campeonatos de los estados estaban en marcha. El campeonato nacional estaba programado para arrancar a principios de mayo, pero no se ha establecido una nueva fecha.
Eso no impidió que Bolsonaro recibiera el 19 de mayo en Brasilia a los presidentes de Vasco y Flamengo, dos de los cuatro grandes clubes de Río, también ansiosos por ver que el balón vuelva a rodar lo antes posible.
En algunos estados menos afectados, como Rio Grande do Sul (sur) o Minas Gerais (sureste), la reanudación de los entrenamientos ya fue autorizada hace varias semanas, lo que permite a grandes clubes como Internacional, Gremio o Atlético Mineiro volver a ejercitarse.
La vuelta no estuvo exenta de controversia: el presidente del Internacional advirtió que aquel jugador que se rehúse a entrenar podría "presentar su renuncia".
AFP
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