Desde este sábado en Bolivia también está en vigencia la prohibición de viajes desde y hacia Europa, una de las disposiciones del Gobierno interino de Jeanine Áñez para mitigar propagación del COVID-19.
La presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, dispuso prohibir el ingreso al país a viajeros procedentes de España, China, Corea e Italia dentro de las medidas de su Gobierno para frenar el avance del nuevo coronavirus (COVID-19) en Bolivia, que registra diez casos confirmados.
"He ordenado que se prohíba la entrada a Bolivia de pasajeros procedentes de China, Corea, Italia y España. Esta decisión es parte del paquete de medidas firmes con las cuales luchamos contra el virus para proteger la salud de la gente", escribió Áñez en Twitter.
Desde este sábado en Bolivia también está en vigencia la prohibición de viajes desde y hacia Europa, dentro de otras disposiciones del Gobierno de Áñez contra el COVID-19.
Bolivia ha confirmado diez casos de coronavirus, siete de ellos en la región andina de Oruro cuya capital entrará en cuarentena desde el lunes y hasta fin de mes por disposición de las autoridades regionales.
También se reportaron 16 casos sospechosos y otros 16 han sido descartados, según información dada este sábado por el ministro interino de Salud, Aníbal Cruz.
El Ejecutivo transitorio boliviano declaró el pasado miércoles la emergencia nacional para facilitar el uso de recursos públicos para combatir la enfermedad y dispuso una serie de medidas que incluyen la suspensión a partir de este sábado de los vuelos desde y hacia Europa.
Suspenden clases y prohíben eventos masivos
También se decidió suspender desde el jueves y hasta el próximo 31 de marzo las clases en todo el país, en todos los niveles educativos, además de prohibir los eventos públicos con más de mil personas, como los musicales, deportivos, culturales y religiosos.
La confirmación de casos en Bolivia generó incidentes como las compras masivas de mascarillas y alcohol en gel, un bloqueo a un centro militar habilitado en Santa Cruz para aislar enfermos y el calvario de una paciente con COVID-19 que fue rechazada hasta en siete centros de salud por temor al contagio.
El Ministerio Público inició una investigación a los trabajadores sanitarios que rechazaron atender a la paciente y ha advertido con procesar penalmente a quienes bloqueen ingresos a los hospitales o nieguen atención médica a las personas que la requieran.
Desde el próximo martes estarán restringidas temporalmente las visitas a las cárceles del país para evitar que el virus llegue a estos centros, anunció este sábado el viceministro de Régimen Interior, Javier Issa.
La restricción se aplicará solamente a personas y no así al ingreso de alimentos, aclaró la autoridad.
(EFE)
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