El Gobierno de Pakistán ha registrado hasta ahora 50 muertes por el COVID-19 y 3.277 contagios confirmados.
Unos 150 médicos y enfermeros fueron arrestados este lunes cuando protestaban por la falta de material de protección para hacer frente al nuevo coronavirus en los hospitales de Quetta, en el sur de Pakistán, en una protesta que acabó con la Policía cargando contra los manifestantes.
"Hemos sido apaleados como terroristas como recompensa por nuestros servicios", manifestó en una rueda de prensa tras el incidente Yasir Khan, presidente de la Asociación de Jóvenes Médicos de la provincia de Baluchistán, de la que Quetta es capital.
Las televisiones paquistaníes emitieron imágenes de policías golpeando con porras al personal sanitario, reduciéndolos a la fuerza y metiéndolos en furgonetas policiales.
Khan indicó que unos 150 médicos, paramédicos y enfermeros fueron arrestados y que por ello se han declarado en huelga en la ciudad.
"Tras lo que ha ocurrió es imposible para nosotros continuar trabajando. Si esta es la recompensa (por nuestro trabajo), entonces boicoteamos los servicios", dijo el médico, que señaló que durante la última semana al menos 15 doctores de la urbe se contagiaron del virus.
"Solo queremos material de protección", remarcó.
Condena de Amnistía Internacional
Waseem Baig, miembro de la asociación médica y portavoz del Hospital Civil de Quetta, dijo a Efe que estaban negociando con la administración de la ciudad para buscar una solución a la situación.
Amnistía Internacional condenó el arresto del personal sanitario y reclamó su inmediata liberación.
"Su arresto hoy en Baluchistán es un ataque contra su derecho a la protesta pacífica y una afrenta a los riesgos que corren", afirmó la organización.
(Con información de EFE)
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