"Las escuelas de samba no tienen tiempo ni recursos financieros y organizativos para estar prontas en febrero", afirmó el representante de las academias. El carnaval de Río de Janeiro atrae a millones de turistas de todo Brasil y el mundo a la "ciudad maravillosa" cada año.
Las escuelas de samba decidieron suspender sus mundialmente famosos desfiles en el Carnaval de Río de Janeiro de febrero de 2021 debido a la pandemia de la COVID-19 que afecta severamente a Brasil.
"Llegamos a la conclusión de que el evento debe ser aplazado. No podemos hacerlo en febrero", dijo a la prensa Jorge Castanheiras, presidente de la Liga Independiente de Escuelas de Samba (LIESA) que organiza los desfiles.
"Las escuelas de samba no tienen tiempo ni recursos financieros y organizativos para estar prontas en febrero", afirmó.
El carnaval de Río de Janeiro es una verdadera pesadilla para un epidemiólogo durante una pandemia.
Multitudes bailan por las calles y acuden en masa al icónico "Sambódromo" de la ciudad para desfiles masivos con bailarines con poca ropa, pequeños ejércitos de percusionistas y fiestas que duran toda la noche en lugares cerrados.
El evento atrae a millones de turistas de todo Brasil y el mundo a la "ciudad maravillosa" cada año.
Las escuelas de samba de élite de la ciudad, que suelen pasar todo el año preparando sus elaborados desfiles, habían dicho en julio que sería difícil organizar el evento para febrero de 2021 si aún no había certeza sobre una vacuna para el nuevo coronavirus a fines de septiembre.
"No es una cancelación, es un aplazamiento. Estamos buscando una solución alternativa, algo que podamos hacer cuando sea seguro contribuir a la ciudad, pero no estamos lo suficientemente seguros como para fijar una fecha", dijo Castanheiras.
Cifras alarmantes
El anuncio de LIESA se aplica solo a la competencia de las escuela de samba. Las autoridades de la ciudad aún no han anunciado si se permitirán los "blocos".
La noticia llega tras días de especulaciones sobre qué decisión iban a tomar las autoridades. Brasil es el país con el segundo mayor número de muertos en la pandemia después de Estados Unidos, y aún lucha para controlar el virus.
El país ha registrado 4,7 millones de infecciones y casi 140 000 muertes por la COVID-19.
Y aunque la propagación del virus se ha desacelerado un poco desde su récord en julio, las cifras siguen siendo alarmantemente altas en Brasil, con un promedio de casi 30 000 nuevos casos y 735 nuevas muertes por día durante las últimas dos semanas, según cifras del Ministerio de Salud.
Brasil ha luchado por establecer una política cohesiva para enfrentar la pandemia.
El presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, ha criticado las medidas de cierre por considerarlas una catástrofe para la economía y ha minimizado la enfermedad hasta tildarla de una "gripecita", a pesar de haber estado en cuarentena durante casi tres semanas cuando contrajo el virus en julio.
Río de Janeiro ha sido el segundo estado más afectado, después de Sao Paulo, el centro industrial del país.
Con 18 000 personas muertas hasta ahora, si el estado de Río fuera un país, tendría la segunda tasa de mortalidad más alta del mundo por la COVID-19, con 104 muertes por cada 100 000 habitantes.
(Con información de AFP)
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