El hospital ha tomado esta decisión luego de comprobar que la enfermedad no se ha transmitido a los recién nacidos en ninguno de los 60 partos vaginales de mujeres contagiadas en toda España.
El Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid, el personal de salud ha decidido no separar a las madres con coronavirus de sus bebés después del parto, una decisión singular en medio de la pandemia. La justificación del centro médico reside en que, en ninguno de los 60 partos vaginales de mujeres contagiadas en toda España el virus ha sido contagiado al recién nacido.
“No estamos aislando porque después de analizarlo no le vemos lógica ni ninguna ventaja, no hay ningún motivo que lo justifique. El virus no pasa a la placenta y los bebés no se infectan”, explica el jefe del sericio de Ginecología y Obstetricia Tirso Pérez de Medina a Efe.
Por su parte, la supervisora de Paritorio y Obstetricia del hospital, Elisa Careaga, celebra esta decisión, pues indica que permite a las mujeres infectadas afrontar el parto con una perspectiva distinta.
"Todo te da miedo cuando estás embarazada, pero en esta situación más aún por lo que le puede pasar al bebé. Tienen que venir a un sitio hostil como es un hospital, pero nosotros no hemos cambiado la manera de actuar”, asegura.
El Puerta de Hierro tiene una planta especialmente destinada para madres con coronavirus, y otra para mujeres que dieron negativo en la prueba del virus. El protocolo, fuera de la prueba PCR, es el mismo que antes de la pandemia.
El único problema, para la doctora Careaga, es la falta de cercanía originada por el equipo de protección que debe llevar el personal de salud. “Ellas se sienten más distantes, pero la actuación es igual”, explica. Además, en el Puerta de Hierro continúan permitiendo que los padres entren al parto para acompañar a sus parejas.
Luego de que el bebé nace, los tres permanecen aislados en una habitación, a donde les llevan el desayuno la comida y la cena. “Es como si el padre fuera positivo, están aislados los tres con el bebé, la única precaución que les pedimos en la denominada ‘room in’, donde están los tres aislados, es que cuando la madre le dé de mamar al bebé se lave bien los pezones, las manos y que la cuna esté a dos metros a los pies de la cama”, señala el jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia.
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